En Oaxaca, al menos el 40.83% de las viviendas particulares quema su basura y el 51.80% cuenta con recolección domiciliaria, que lo ubica como uno de los estados del país con incremento en la incineración de desechos.
Según los últimos registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la quema de basura se da sobre todo en las comunidades rurales, donde no cuentan con el servicio de recolección en la mayoría de los casos.
De manera particular, en Oaxaca de Juárez, de las 69 mil 560 viviendas particulares habitadas, el 92.73% cuenta con recolección domiciliaria y solo el 1.09% opta por la quema de basura (759); mientras, el 5.29% cuenta con contenedor o basurero público.
En Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino y la Villa de Zaachila, la recolección es del 90.01, 99.02 y 78.06%, respectivamente, mientras que la quema es del 7.65, 0.18 y 17.25%.
En contraste, en poblaciones como Cacalotepec, donde se tiene el registro de 692 viviendas particulares, la quema de basura es del 95.23%, porque no cuentan con el servicio de recolección.
En Ixtlán de Juárez, solo el 28.51% cuenta con el servicio de camiones recolectores y el 66.42% decide incinerar la basura.
En casi la mitad de los municipios de la entidad, los oaxaqueños deciden por la quema de basura, pese a las consecuencias de contaminación y daños a la salud que esto genera.
De acuerdo con algunas instituciones ambientales, quemar basura genera un humo con gran cantidad de sustancias químicas dañinas para el hombre y contaminantes para el ambiente.
Los efectos inmediatos a la salud producidos por los contaminantes son ardor en los ojos, irritación de las vías respiratorias y exacerbación del asma, entre otros. Los efectos causados en el mediano y el largo plazo, pueden ser el enfisema pulmonar, el cáncer, la disrupción endocrina, espina bífida, malformaciones y alteraciones neuroconductuales.