El pasado 10 de enero del 2020, vi una noticia que me consternó, al igual que estoy seguro generó dolor a muchos mexicanos que de alguna manera nos sentimos dolidos por los hechos suscitados en el colegio “Cervantes de Torreón” S.C., en el cual, un pequeño de 11 años, cuya principal preocupación debería ser estudiar y jugar, ingresó a su escuela con dos armas; solicitó permiso para ir al baño, y derivado de su tardanza, su maestra María Assaff Medina salió a buscarlo, momento en el que José Ángel le disparó, matándola para despuésherir a los niños: Mario Alberto de 7 años, Luciana de 13 años, María Fernanda de 7 años, Luis Fabián de 8 años, Carlos Alejandro de 13 años, así como al profesor de educación física Aldo Omar de 40 años; y posteriormente suicidarse.
Las principales reacciones no han demostrado más nuestra falta de empatía y humanidad como sociedad, pues, como ha sido costumbre últimamente,se busca a quien culpar, desviando la atención de las verdaderas causas de estos hechos tan trágicos, y como ejemplo puedo citar lo siguiente:el Gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, ha manejado la versión que el actuar de José Ángel se debe a la influencia del video juego “natural selection”, el cual, efectivamente es un shooter, en el cual se enfrentan militares contra alienígenas, habiendo otros juegos con temáticas mas complicadas, como la misión “nada de ruso” de “Call of Duty Modern Warfare 2”, e incluso, no ha faltado quien, de manera miserable, busca aprovechar la situación para generar especulación política, echándole la culpa a la Guerra contra el Narcotráfico de Felipe Calderón, como lo es la lamentable nota titulada “UN NIÑO NACIDO EN LA GUERRA DE CALDERÓN MATA A SU MAESTRA Y SE SUICIDA” publicada por “La Octava” ¿De verdad? ¿ese es el nivel de periodismo? ¿están dando a entender que el trágico incidente es culpa de Felipe Calderón?; considero que bajo esa lógica, es peor la influencia de las narco series del productor Epigmenio Ibarra, en las cuales se idealiza a los narcotraficantes como personas exitosas, precisamente por contravenir el estado de derecho, o shows de terribles fanfarrones que a través de las agresiones buscan sobresalir ante su evidente falta de talento como el “Rey Grupero”; pero ¿realmente qué nos está pasando?.
Existen vicios morales que pueden afectar el pleno desarrollo de la sociedad, a saber: la ignorancia, la indiferencia y los vicios del poder constituido, y dentro de la ignorancia se encuentra la educación defectuosa; el caso de José Ángel se llevó a cabo en una institución privada, que refiere como misión: “Formar personas que cuenten con los conocimientos y habilidades necesarias para enfrentar exitosamente los retos de competitividad propios del mundo actual, y que además posean los valores morales, intelectuales y estéticos que les permitan desarrollarse simultáneamente en el ámbito profesional y espiritual, así como contribuir positivamente en el desarrollo de nuestro país”, es decir, al menos tienen dentro de su filosofía el fomento de valores y desarrollo espiritual enfocados a formar buenos ciudadanos; pero la escuela es el espacio en el que se adquieren principalmente las herramientas técnicas y académicas para el desarrollo intelectual del individuo, la educación, ideología y valores se desarrollan en la familia, que es la piedra cúbica de punta de la sociedad.
Entonces, entre otras interrogantes, cabe citar ¿de dónde saca un niño de 11 años dos pistolas?, ¿una calibre 40 y otra calibre 22, con municiones suficientes? ¿Quién le enseñó a utilizarlas y para qué? Una fuerte crítica que se ha realizado es que meses anteriores, los padres de familia de dicha institución se negaron a que se ejecutara el operativo “mochila segura”, sin embargo, dicha actividad como medida preventiva no resuelve de fondo la problemática; José Ángel claramente sufría, y tenía un nivel de desesperación terrible, y es claro que no fue escuchado, se sabe que vivía con sus abuelos, ya que su madre falleció hace algunos años, y tenía un padre ausente; el iter criminisnace con una motivación para querer delinquir, y es precisamente eso lo que se debe inhibir, ya que los delitos no “aparecen” de manera espontánea, es todo un proceso que surge de la mente de la persona que delinquirá y concluye con la materialización del mismo, entonces, en lugar de buscar “culpables” de las tragedias, debemos entender que la familia es la piedra cúbica de la sociedad por que no somos islas aisladas, nos encontramos interconectados, pero debemos desarrollar el amor, la tolerancia y los valores en nuestros hijos, e involucrarnos de manera respetuosa con sus compañeros de escuela, para evitar vivir en paranoia permanente; el caso de José Ángel pudo haber tenido una historia diferente, si dejáramos de lado el egoísmo, el individualismo y fuéramos empáticos en escuchar a quienes con sus actitudes piden a gritos lo que materialmente callan; si no pudo tener tranquilidad en su vida, dejémoslo descansar en paz.
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Jaime Alejandro Velázquez Martínez.
El Imparcial Oaxaca.