Desde las 8:00 de ayer, 20 de marzo, algunas personas arribaron al parquecito denominado “Las Ruinas del Castillo”, en la colonia que lleva el mismo nombre.
Asimismo llegaron alumnos de diferentes instituciones educativas, con la finalidad de presenciar el programa cultural que presentaría la Fundación para la Cultura y las Artes “Tonalpohualli”, tal y se anunció con anticipación.
En punto de las 10:00 de la mañana, el programa del festejo del Equinoccio de Primavera dio inicio.
No obstante se pudo observar poco afluencia debido a que se reguardan en sus hogares ante algún posible contagio de Coronavirus.
No obstante, la Prof. Margarita Hernández Velásquez, recibió a los estudiantes, maestros y personas que arribaron al lugar, dándoles una explicación del evento.
Los danzantes, encendieron el copal en un recipiente de barro para ahumar el lugar, alejando las malas vibras, después empezaron cada uno a tocar un caracol de mar, a los 4 puntos cardinales, el preámbulo para poder llevar a cabo la danza autóctona.
Lo anterior fue realizado en la cima de un cerrito donde están los vestigios de lo que fue una pequeña pirámide, aunque otros dicen que fue un puesto estilo militar, desde donde los aztecas veían cuando se acercaban sus rivales y desde ahí se defendían o los atacaban.
Después de realizar las danzas aztecas, la asociación “Tonalpohualli” mostraron a los estudiantes unas fotografías de lugares prehispánicos y personas mexicas, dándoles una explicación para finalmente darles a probar 6 platillos o guisados antiguos, cuyos nombres en Náhuatl se escriben así: Nopalli chacatl ( Nopal con tomate y camarones); Cuixtlacoche (huitlacoche con maíz cocido); Exotl (ejotes con pipián y hojas de Acuyo); Nanacatl ( hongos, chile, cebolla); Chilli (salsa de miltomate) y una deliciosa agua azteca denominada “Tascalate” elaborada a base de maíz tostado molido o “pinole”, cacao tostado y achiote.