Con la implementación de la “ley seca” para restaurantes, bares, antros, cantinas y establecimientos similares donde se venden bebidas alcohólicas en “botella abierta”, empresarios esperan más afectaciones.
La temporada de Día de Muertos representaba un aumento en sus ventas, luego de varios meses de cierre y de restricciones en aforo y horarios a raíz de la emergencia sanitaria de Covid-19.
Sin embargo, como señala Humberto Carlos Cervantes, presidente de la Alianza de Bares, Antros y Restaurantes de Oaxaca (ABARO), es necesario seguir las disposiciones del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.
Aunque espera que visitantes y locales se sumen al seguimiento de las medidas de prevención. “De nosotros no queda, es más bien de la gente de Oaxaca y que nos visita, que debe hacer conciencia y tomar las medidas necesarias: usar cubrebocas, etcétera. Está en manos de todos, no solamente de nosotros”.
La suspensión temporal que aprobó el ayuntamiento contempla los días 30 y 31 de octubre, y 1 y 2 de noviembre, “a partir de las 22 horas del día en mención hasta las 10 horas del día siguiente”.
En términos económicos, Cervantes reconoce que será “un golpe muy duro”, en tanto se han suspendido también las actividades que en la temporada inciden en la economía de establecimientos como los más de 70 que congrega la ABARO.
Según las disposiciones, hay horarios diversos para la operación de restaurantes-bar, bares y cantinas. Estos últimos pueden funcionar hasta la medianoche.
Sin embargo, con la medida, se contempla que no puedan vender alcohol después de las 22 horas. Podrían expender otras bebidas, explica Cervantes. Aunque no por ello se descartan afectaciones, por lo que perderían las ganancias, pues usualmente estas las obtienen a altas horas de la noche.