En algunos países, los nombres de las fiestas cambian constantemente.
He escrito en otra ocasión los siguientes ejemplos:
La Feria de San Fermín en Pamplona, España, con su corrida de toros que sueltan por las calles, le empezaron a decir “Los San Fermines” y ahora “La Pamplonada”. En todo el mundo, cada cuatro años celebramos en algún país Los Juegos Olímpicos, y ahora se ha generado la frase de llamarles “La Olimpiada” cuando esta palabra significa todo lo contrario, es decir, Olimpiada es el tiempo que transcurre entre juegos, así las cosas, hoy estamos viviendo la Olimpiada.
En Oaxaca, existen cambios del mismo tipo, por solo decir alguno, a la calle de Macedonio Alcalá, mucha gente le llama “El Andador Turístico”.
No se diga a las Fiestas de Los Lunes del Cerro, que mundialmente se les conoce como La Guelaguetza y el nombre original empieza a desaparecer.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.