La Fiesta de la Guelaguetza fue un éxito en el Cerro del Fortín, en el auditorio previsto para la Fiesta, que fue construido por Don Fernando Gómez Sandoval hace muchos años.
El punto negro de este Lunes del Cerro, fue protagonizado por los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, precisamente por los elementos de la autodenominada Coordinadora de Trabajadores de la Educación, que según noticias en los medios de comunicación, terminó a sillazos.
Lamentable el incidente, que por fortuna no opacó a la Guelaguetza principal, ya que el evento magisterial, “la otra Guelaguetza”, fue celebrado en los campos del ITO, Instituto Tecnológico de Oaxaca.
Desgraciadamente, ese conflicto puede generar la división del grupo sindical, a semejanza de la lucha Triqui, que cuenta con tres organizaciones enfrentadas entre sí, a saber, el MULT, el MULTI y el UBISORT, lo que significaría, quizás, un CNTE y un CNTEI y otra organización opositora cuyo nombre no puedo siquiera imaginar.
Es necesario que normalistas y maestros disidentes de la Sección 22, mediten en su comportamiento para el buen futuro de su profesión, en beneficio de la niñez oaxaqueña. Son mis mejores deseos.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.