Al encabezar la homilía dominical, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, pidió a las y los feligreses que se dieron cita en la Catedral Metropolitana a prepararse para el inicio del Adviento.
Nos estamos acercando al final del año litúrgico y es común que en estos últimos domingos, la palabra de Dios de alguna forma nos invita a pensar en el final de los tiempos. Dentro de 15 días vamos a celebrar la fiesta de Jesucristo Rey del Universo y con esa Festividad se cierra el año litúrgico y dentro de 22 días, iniciaremos un nuevo año litúrgico con el primer domingo de Adviento, para prepararnos a conmemorar el nacimiento de Nuestro Señor”.
Expuso que en este lapso de tiempo mediante la palabra de Dios “nos debe llevar a pensar seriamente. Lo primero para tomar conciencia de lo importante que es llenarnos de la sabiduría divina, no solamente de la sabiduría humana, muchos se preocupan por conocer tantas y tantas cosas, exagerados conocimientos, mucha ciencia en su cabeza, pero la ciencia divina pasa desapercibida y queremos dar explicaciones con pura ciencia humana, porque a Dios lo hacemos a un lado, desaparece de nuestra vida”.
Por ello, el Arzobispo destacó que en este mundo solamente teniendo esa sabiduría divina, “podremos levantarnos de tantos y tantos momentos que nos desilusionan, que son un desencanto y sufrimiento”.
En su mensaje, también pidió fortalecer el amor y la paz en la familia. “Cuando usted ama hace feliz a los demás, cuando usted ama ilumina a los demás, cuando usted ama da gusto encontrarme con usted, llena de gozo y de paz, llena de alegría encontrarme con usted. Llena de gozo, de paz, de alegría cuando se ama y, todo eso, hace que el recipiente se vaya llenando y siempre encontrarán todas las personas que venga a nosotros, siempre encontrarán la lámpara encendida. En nosotros van a encontrar el amor”.
Levantemos a las personas que ya no tienen la lucecita, porque no sienten el amor. Si usted está lleno de amor, va a poder levantar a los demás, pero hágalo siempre con la humildad de corazón y pensando, Dios es El que hace su obra en mí y a través de mí y eso me lleva a vivir la humildad y a dar gloria a Dios”, apuntó.