Finalmente, las tan esperadas precipitaciones pluviales llegaron para quedarse hasta el famoso cordonazo de San Francisco y así terminar con la intensa sequía que nos asolaba.
Los daños parciales que causan como caídas de árboles, derrumbes e inundaciones en algunas zonas, son definitivamente menores al beneficio que traen sobre todo a la agricultura.
La época de huracanes, se inicia con Alberto, primer ciclón que azota nuestras costas, lo deseable es que no pegue alguno en ciudad abierta como Otis en Acapulco.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.