“Ten el coraje de vivir, pues cualquiera puede morir”, es la frase que escribió la fotógrafa Tina Modotti en el libro de recetas de Frida Kahlo que da origen a la novela El libro secreto de Frida Kahlo, en donde el autor F.G. Haghenbeck (Ciudad de México, 1965) narra a partir de la ficción, la vida de la artista mexicana que amó las tradiciones del país, entre ellas la gastronomía y el Día de Muertos.
“Esta novela sí tiene cosas biográficas, pero al final de cuentas tiene elementos de realismo mágico; entonces, más que un libro biográfico hay que llamarlo una fábula biográfica de Frida”, destaca el también ganador del premio José Rubén Romero de Novela Bellas Artes 2014, quien publicó esta obra hace diez años bajo el nombre de Hierba santa y con el pseudónimo de Alexandra Scheiman.
Después de ser un éxito en países de Europa y Asia, el libro de Haghenbeck llega a las librerías del país con el verdadero nombre del autor. “Le hicimos algunos ajustes, tiene el prólogo de Laura Esquivel y, sobre todo, ya está publicado con mi nombre después de haber sido publicado en otros idiomas”.
El libro secreto de Frida Kahlo se publicó en 21 países y se tradujo a 17 idiomas, entre ellos portugués, alemán, holandés, francés, checo, inglés, chino, coreano y árabe. También fue una novela merecedora del Premio Gourmand 2013 en Francia, y finalista en los International Latino Book Awards 2013.
“A través del pretexto de la vida de Frida planteo varios temas como la mexicanidad y sobre todo las tradiciones, el mito y el folklor, porque a final de cuentas la historia en este libro es la relación que tiene Frida con la muerte y el trato que hace con ella en Día de Muertos”, destaca.
Sobre las aportaciones de este libro a toda la literatura existente sobre la artista mexicana, Haghenbeck destaca que es una lectura de fantasía, de lo insólito a través de los ojos de Frida, quien habla de la mexicanidad a partir de la comida, el arte, las tradiciones y el amor.
“¿Qué hubiera pasado si Frida se hubiera muerto en el accidente del tranvía y hubiera hecho un trato con la muerte?, ¿qué hubiera pasado si la muerte le hubiera dicho ‘vas a vivir’, pero necesitas poner el altar de muertos cada año? Ella aprendió a cocinar cuando estuvo casada con Diego Rivera, aprendió todas las recetas para ponerlas en el altar de muertos”, explica.
Frida, añade el autor, tenía una gran pasión por la cocina, “en la búsqueda de saberes y tradiciones, le gustaba llevar esos conocimientos a sus invitados o a la gente que conocía, por ejemplo a André Bretón o a León Trotsky. Le gustaba mostrar la gastronomía al igual que su vestimenta y pintura”.
Al final de los 24 capítulos que forman el libro, F.G. Haghenbeck incluye una o dos recetas de cocina y en cada una el autor coloca una breve explicación de cuándo o para qué ocasiones ocupó Frida esa receta, el listado de ingredientes y el modo de preparación.
“Algunas recetas las obtuve de mi abuela que era parte del círculo del medio cultural por el matrimonio que tuvo con Eduardo Correa. Ella tenía casi todas las recetas y las otras pocas, llegué a ellas por investigación”, señala.
— ¿Considera que el éxito del libro ha sido más por las recetas o por la vida de Frida que narra?, se le cuestiona.
“La parte de las recetas les ha gustado mucho, quizá en México conocíamos la faceta de Frida cocinera, pero fuera del país no es tan conocida. Por ejemplo, en China me preguntan dónde pueden conseguir epazote. Es decir, no sólo les interesa conocer la parte de Frida sino la cocina mexicana”, responde.
F.G. Haghenbeck también resalta la figura de la artista porque en su opinión, los personajes femeninos en México son muy importantes en la cultura, “en Inglaterra el referente literario es masculino con Shakespeare, en México es Sor Juana Inés de la Cruz.
Pie de foto: “Esta novela sí tiene cosas biográficas, pero al final de cuentas tiene elementos de realismo mágico, dice F.G. Haghenbeck.