Los insectos conocidos popularmente como “mayates” o “ronrón” y cuyo nombre científico es “Xyloryctes thestalus”, aparecen cada dos años y son atraídos por la luz de las lámparas.
El coleóptero de la familia Scarabaeidae, apareció en este año antes de las lluvias y sus larvas se alimentan principalmente de hojarasca o troncos muertos, destacó la Maestra en Ciencias, Laura Martínez, investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral (CIIDIR).
Explicó que los escarabajos se sienten atraídos por la luz y por esta razón es que accidentalmente se abren camino hasta las casas, ya que son activos durante la noche. Y se presentan exclusivamente en las lluvias y el primer mes de sequía.
Su reproducción comienza a finales del verano y luego la hembra pone los huevos debajo de la superficie del suelo. Después de la eclosión de las larvas, viven durante todo el invierno en el suelo y comienzan a alimentarse en los principios de la primavera.
En el verano se habrán convertido en adultos y emergerán de la tierra, pues les lleva un año entero a estos escarabajos alcanzar la madurez desde la eclosión del huevo. Muchos escarabajos adultos pueden vivir hasta 2 años de edad.
Todos los escarabajos tienen exoesqueletos duros y tres secciones distintas: cabeza, tórax y abdomen. Sus piernas son más cortas en el segmento más cerca del cuerpo y más largas cuando están más lejos del cuerpo.
Tienen antenas largas con las que pueden oler y percibir su entorno. Sus alas superiores duras se cierran sobre las inferiores delicadas como un monedero ovalado de goma. Cuando los escarabajos vuelan, abren sus alas principales y las usan para mantener el equilibrio, mientras vuelan con sus alas inferiores.