Sin energía eléctrica, si señal de telefonía, sin alimentos y sin la forma de comenzar de nueva cuenta o de salir a pescar para sustentar a algunas familias, habitantes, pescadores y restauranteros de Puerto Ángel, en el municipio de San Pedro Pochutla, solicitan a los gobiernos de los tres niveles a que volteen a verlos, ya que el huracán Agatha de categoría 2 los dejó completamente afectados.
El cien por ciento de la infraestructura restaurantera que se encontraba edificada frente a la Playa Principal y Panteón de Puerto Ángel, quedó totalmente destrozada; las lanchas de pesca, en su mayoría, quedaron enterradas junto con los motores de borda que no fueron recuperados a tiempo. Asimismo, una de las embarcaciones fue arrastrada por el huracán Agatha.
La playa de Puerto Ángel, como en ninguna ocasión quedó llena de escombros, madera que fue acarreada por diversos arroyos; afluentes que por primera ocasión abrieron pasó para llevar todo a su paso hasta el mar.
Se registraron al menos tres arroyos nuevos que no tenían registro alguno, “fue demasiada agua que la corriente abrió camino por donde pudo y a su paso llevó árboles completos que destruyó las palapas”, comentó un prestador de servicios.
Pescadores desolados
Puerto Ángel es un puerto de pescadores, más del 80 por ciento de la población se dedica a la pesca rivereña; sin embargo, días antes de la llegada del huracán, los costeños guardaron sus implementos de pesca debido a que el mar comenzaba a ponerse “bravo, en picada”.
De acuerdo al pescador Francisco Ortiz Cruz, oriundo de este puerto, no esperaba el fenómeno tan fuerte: “estábamos confiados, pensábamos que iba a ser más leve, decían que era de categoría 2, ya pasamos el de Paulina con categoría 5 y dijimos, no va a pasar nada”, comentó.
No obstante, la diferencia entre los dos huracanes ya vividos por los pescadores les hizo ver las diferencias; “el problema aquí fue que el agua, la lluvia fue que nos afectó, duró cuatro horas la intensidad; de lo fuerte hizo que los arroyos se desbordaran”, agregó.
Entierro de embarcaciones
Uno de los arroyos desbordados provocó que los espacios nunca afectados quedaran destruidos, lugar en donde guardaron sus embarcaciones, pero el huracán los tomó por sorpresa al enterrar las lanchas.
El pescador declaró que fueron hasta cinco lugares en donde el agua proveniente de arroyos desembocó hacia el mar: “fue algo muy feo, la verdad jamás había sucedido esto, nosotros no habíamos visto esto, lo de Paulina fue más fuerte el aire, pero eso nada más duró dos horas; ahora la lluvia se extendió por cuatro horas que fue lo que provocó mayores daños”, expuso el pescador.
Con las lanchas enterradas, con la playa llena de escombros y con el mal tiempo, para Francisco Ortiz es difícil la pronta recuperación del sector pesquero: “las lanchas están enterradas, sin motores, exceso de basura en la playa. Estamos limpiando para poder salir, aunque sea una embarcación e ir a traer pescado para alimentar a las familias”, dijo en entrevista.