Incluso, la seguridad. Y la seguridad no tiene únicamente que ver con lo seguro que sea en un destino en sí mismo, sino en las acciones que el viajero pueda tomar para hacerlo todavía más placentero y seguro.
Con base en ese escenario, hay muchas cuestiones que se pueden abordar para que un viaje sea todavía más seguro incluso cuando se encuentra en plena fase de planificación. Porque sí, desde la previa, un viaje puede ser tan seguro y placentero como lo bien que sea planificado.
Seguro contra protección de objetos personales
Cuando se piensa en si algún destino es seguro, se hace con base en la probabilidad de sufrir el robo de los bienes. Sobre todo, de un móvil, de un ordenador, de dinero en efectivo. Por eso, tiene todo el sentido del mundo pensar en un seguro de protección contra objetos y bienes personales, como pudiera ser el de Amex Guard.
Este tipo de seguros cubren todo tipo de robo de estos objetos y de dinero en efectivo; pero también cubren las compras forzadas o los retiros de efectivo desde tarjetas de crédito robadas. Para disminuir al mínimo la probabilidad de sufrir un robo o al menos saber que se tendrá un reembolso, es siempre una buena opción.
Investigar bien el destino
Aunque siempre habrá importantes excepciones, muchas veces la sensación de inseguridad o fragilidad que se tenga en un destino tiene que ver directamente con lo mucho que se desconozca sobre el destino en sí. Por eso, siempre va a ser necesario:
- Investigar sobre las condiciones climáticas del país para saber cuándo viajar y cuándo evitar hacerlo, para no sufrir estragos en ese particular.
- Ahondar sobre su situación política y social, las leyes locales o las costumbres, para poder adaptarse a la situación o para evitar ciertos temas, ciudades y demás.
- Investigar sobre los requerimientos para la entrada, como pudieran ser los visados, vacunas y demás. También es importante comunicarse con la embajada o consulado apenas se llegue al destino, si es en el exterior.
La salud es primordial
Muchos destinos de viaje tienen una gastronomía distinta, por ejemplo. Es algo que conviene revisar antes, sobre todo si se tienen algunas contraindicaciones o si se sabe que algunos ingredientes o preparaciones pudieran no caer bien. Eso evitará un sinfín de males de salud durante el viaje.
También es importante siempre llevar un botiquín de primeros auxilios.
En otros casos, si se desea y siempre que se pueda se recomienda hacerlo, es contratar un seguro de viaje que cubra al menos los gastos médicos básicos, ya que la atención médica puede ser costosa en muchos lugares del mundo. Estar bien de salud también es seguridad.
Transporte y alojamiento
Si preocupa la seguridad, siempre será conveniente utilizar los medios de transporte más privados y seguros que sean posibles. En muchas ciudades es posible utilizar aplicaciones de transporte, pero también hay empresas con buena reputación para los traslados.
En el caso del alojamiento, lo mejor es reservar con antelación en hoteles o sitios que sean seguros, que estén en buena zona y que por tanto impidan tener que transitar por lugares que carezcan de las sensaciones de seguridad que permiten estar tranquilos en todo momento.
Sentido común
Una vez se está en el destino y durante el viaje en sí, es conveniente usar el sentido común. Es decir, evitar llevar grandes cantidades de efectivo, evitar usar el móvil en todos los lugares o dejarlo desatendido por mucho tiempo. Pero también aplica para los lugares que se recorren, ya que algunos son peligrosos incluso para los pobladores locales.
Viajar es adentrarse a la incertidumbre, claro está, pero siempre se pueden minimizar muchas cuestiones azarosas y sobre todo si tienen que ver con la seguridad. Desde la planificación de un viaje se pueden tomar medidas y, durante el viaje, ser cautelosos y confiar en la intuición.