El frío podría ser un atajo para mejorar tu rendimiento. Investigaciones muestran que las reducciones en la temperatura provocan que tu cuerpo lleve a cabo adaptaciones como un encogimiento de los vasos sanguíneos y las arterias, de manera que los pulmones y el corazón tengan que trabajar más duro.
Un estudio de la Northern Arizona University encontró que esta respuesta ayuda a desarrollar la función aeróbica de los músculos, lo cual, en español, significa que son capaces de recibir más oxígeno durante el ejercicio.
Los sujetos de prueba experimentaron un incremento de 34% en el consumo mínimo de oxígeno (VO2 máx) y un incremento impresionante de 29% en la velocidad de carrera después de la exposición sostenida a bajas temperaturas, un resultado que los científicos creen que podría aplicar también para tus sesiones de cardio matutinas. Eso significa que vale la pena soportar el frío durante las mañanas de invierno.
Además, ejercitarte con frío aligera la carga del trastorno afectivo estacional y ayuda al sistema inmune a combatir los resfriados, así que serás más consistente con tus entrenamientos.
Por benéfico que sea levantarte de la cama para ir a correr, la mayoría de los hombres pierde la motivación cuando hace frío. Así que esta es tu oportunidad de superar a la competencia.