Según el boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud (SSa), se han registrado un total de 67,187 accidentes e intoxicaciones por picaduras de insectos venenosos en México. Entre estas cifras, se destacan 253 casos por mordedura de la araña latrodectus mactans o “viuda negra”, 60 por arañas loxosceles o “violinistas”, 67 por serpientes de cascabel, y la abrumadora mayoría de 65,557 atribuidos a picaduras de alacranes. Esta situación ha sido catalogada como un problema de salud de importancia toxicológica.
Los principales estados afectados por picaduras de alacrán son Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Michoacán, y Colima, mientras que las mordeduras por serpientes ocurren con mayor frecuencia en Oaxaca, Tabasco, Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí. Sin embargo, es importante destacar que todo el país está en riesgo de este tipo de incidentes, ya que las arañas están distribuidas en todo el territorio mexicano.