Durante el verano, la lista de bebidas y alimentos apetecibles para combatir el calor es interminable: helados, sorbetes, refrescos, zumos, horchatas, té y café fríos endulzados, bebidas energéticas, batidos dulces, entre otros. Todos ellos tienen en común un exceso de azúcares añadidos, especialmente si son productos industriales, lo cual los aleja de ser opciones saludables con un bajo índice glucémico.
Entonces, ¿qué podemos hacer cuando nos damos el gusto de comer un helado para evitar que se dispare nuestra glucosa? La nutricionista Lina Begdache, profesora de la Binghamton University en Nueva York, nos brinda algunas recomendaciones para reducir el aumento de azúcar en nuestra sangre. En primer lugar, es importante no abusar de este tipo de alimentos, pero cuando los consumamos, existen formas de mitigar el incremento de glucosa. Y no, no se trata de ningún truco milagroso.
Los alimentos ricos en azúcares tienen varios efectos negativos en nuestro organismo, como el aumento de peso debido a su alto contenido calórico, la sensación de hambre constante debido a las fluctuaciones rápidas de glucosa en sangre, la fatiga si no se consume de manera gradual, trastornos del sueño y cambios de humor, problemas gastrointestinales y enfermedades cardíacas, así como inflamación crónica debido al consumo excesivo de azúcar.
El azúcar es considerada casi tan adictiva como una droga, ya que aumenta la liberación de dopamina hasta un 200% por encima de los niveles normales, generando una sensación de placer similar a la que experimentamos con el alcohol y el tabaco. Por ello, resulta difícil resistirse a su consumo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que no se debe ingerir más de 25 gramos de azúcar al día, lo que equivale aproximadamente a seis cucharaditas. Sin embargo, el consumo promedio de los europeos es de 100 gramos diarios, una cantidad muy superior a la recomendada.
Para contrarrestar los efectos del azúcar, la nutricionista Lina Begdache recomienda acompañar los alimentos ricos en azúcares con proteínas, grasas saludables y fibra. Las proteínas y grasas saludables se digieren más lentamente y brindan mayor saciedad, evitando así los picos de glucosa. Si tienes pensado disfrutar de un trozo de pastel como postre, procura incluir en tu comida principal carne, pescado y verduras, ya que son alimentos ricos en proteínas y bajas en calorías. Evita, especialmente, los carbohidratos de absorción rápida, como el pan, la pasta o el arroz