El presidente Donald Trump condenó este lunes a supremacistas blancos, incluyendo a grupos neonazis y el Ku Klux Klan, que se manifestaron violentamente en Virginia el fin de semana, y dijo que el racismo, el odio y el fanatismo no tienen cabida en Estados Unidos.
Trump fue duramente criticado por demócratas y republicanos por no responder con más decisión a la violencia del sábado en Charlottesville, donde una mujer murió cuando un hombre arrolló con su automóvil a un grupo de personas que se manifestaban contra la marcha por la supremacía blanca.
“El racismo es malvado y aquellos que actúan violentamente en su nombre son criminales y matones, incluyendo al KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos que promueven el odio que son incompatibles con todo lo que amamos como estadunidenses”, dijo Trump en la Casa Blanca.
Críticos dicen que Trump demoró demasiado en referirse a los hechos de violencia y lo censuraron por inicialmente hablar de “varias partes” involucradas, en lugar de condenar explícitamente el supremacismo blanco al que en general se consideró instigador de los enfrentamientos.
Un hombre de 20 años, que en su adolescencia habría sido simpatizante nazi, enfrenta cargos por atropellar a manifestantes que se oponían a la concentración nacionalista, provocando la muerte de Heather Heyer e hiriendo a 19 personas.