La comunidad de Estambul, Turquía, se encuentra en estado de shock tras el impactante homicidio del director de una escuela local, Ibrahim Oktugan, a manos de uno de sus propios estudiantes. Según informes de medios locales, Oktugan perdió la vida luego de recibir cinco disparos, supuestamente realizados por un exalumno que había sido expulsado días antes por su comportamiento problemático.
Iraklı öğrenci tarafından öldürülen İbrahim Oktugan'ın son anları: (+18)
Normalde böyle görüntüler paylaşmam ancak bu vahşilerle yaşadığınızın farkında olun. Bunları görmezden gelmeyin.
Normalleştirmeyin.
— ibrahim Haskoloğlu (@haskologlu) May 11, 2024
El trágico suceso, que tuvo lugar el pasado 8 de mayo, ha desencadenado una ola de indignación en todo el país. Tres sindicatos de docentes han anunciado huelgas en protesta por estos actos violentos, lo que ha resultado en la suspensión de clases y actividades administrativas. “Estamos llenos de rabia. La violencia en nuestras escuelas nos ha arrebatado a otro colega”, declaró el Sindicato de Trabajadores de la Educación y la Ciencia de Turquía, uno de los principales del país.
El momento del ataque ha sido ampliamente difundido en las redes sociales, donde circulan videos que muestran al estudiante ingresando a la escuela y disparando contra el director. También se ha viralizado un clip, aparentemente grabado por el agresor, en el que se jacta de haber cometido el crimen. “Le disparé en la cabeza”, se escucha decir al supuesto homicida en la grabación compartida en sus plataformas digitales.
A pesar de la difusión de estas evidencias, las autoridades turcas aún no han confirmado la detención de ningún sospechoso relacionado con este terrible suceso. No obstante, los sindicatos de docentes han instado a la policía a tomar medidas para asegurar que se haga justicia y que el responsable sea llevado ante la ley.
En un comunicado oficial, el Sindicato de Trabajadores de la Educación y la Ciencia de Turquía subrayó que estos actos violentos no pueden separarse de la degradación de las condiciones laborales en la educación, atribuyendo la responsabilidad al Ministerio de Educación. Según el sindicato, el ataque no fue simplemente un acto de ira, sino el resultado de políticas gubernamentales que han dejado a los profesores y administradores escolares sin el respaldo necesario frente a estudiantes y padres.