En un movimiento histórico que podría redefinir la política antidrogas en Estados Unidos, el Departamento de Justicia busca reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, permitiendo su uso para fines médicos. Esta propuesta, avalada por el secretario de Justicia Merrick Garland, marca un cambio significativo en la forma en que el gobierno federal trata el cannabis, aunque no legaliza su uso recreativo.
La normativa propuesta reconoce los beneficios médicos del cannabis, abriendo la puerta a su prescripción para tratar diversas condiciones de salud. Sin embargo, este cambio no autoriza el uso recreativo de la marihuana. Según la propuesta, solo aquellos con una prescripción médica podrán acceder a la marihuana para tratar problemas de salud específicos.
Antes de que la reclasificación entre en vigor, la propuesta debe pasar por varias etapas de revisión. Primero, la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca examinará la norma. Luego, el erario público la revisará, y finalmente, un juez administrativo deberá dar su visto bueno. Pese a estos pasos, expertos señalan que la eventual aprobación representaría un cambio significativo en la política antidroga del país.
El impulso para esta reclasificación comenzó el año pasado cuando el presidente Joe Biden solicitó al fiscal general, que supervisa la Administración para el Control de Drogas (DEA), que revisara la clasificación de la marihuana junto con otras sustancias como la heroína, el LSD, los quaaludes y el éxtasis. Biden argumentó que la marihuana no debería estar en la misma categoría que estas otras drogas altamente peligrosas.
“Demasiadas vidas se han visto truncadas por nuestro enfoque fallido de la marihuana. Así que hoy, el Departamento de Justicia está dando el siguiente paso para reclasificar la marihuana de una Lista I a una droga de la Lista III bajo la ley federal”, declaró el presidente Biden.
La marihuana medicinal se utiliza para aliviar el dolor, controlar las náuseas y los vómitos, y estimular el apetito en personas que padecen enfermedades como el VIH/SIDA y el cáncer. Según MedlinePlus, los cannabinoides presentes en las hojas y brotes de marihuana, especialmente el THC, pueden afectar el cerebro y alterar el estado de ánimo o la conciencia del usuario.
La marihuana medicinal puede ser fumada, vaporizada, ingerida en alimentos o consumida como un extracto líquido. Estos métodos permiten que los pacientes elijan la forma más efectiva y cómoda de recibir los beneficios medicinales del cannabis.
La reclasificación de la marihuana podría transformar el panorama médico y legal en Estados Unidos, facilitando la investigación y el acceso a tratamientos basados en cannabis. Aunque el uso recreativo permanecería ilegal a nivel federal, este paso refleja un cambio importante hacia una política más matizada y basada en evidencia científica respecto al cannabis.
Este desarrollo es observado de cerca por defensores de la marihuana medicinal, pacientes y profesionales de la salud, quienes ven en esta propuesta una oportunidad para mejorar la calidad de vida de muchas personas a través de tratamientos más accesibles y regulados.