El gobierno canadiense ha decidido adelantar la implementación de suspender la concesión de nuevos permisos de trabajo para extranjeros a partir de febrero de 2025. Las autoridades indican que la determinación es para recalibrar el número de residentes temporales en el país y garantizar la integridad del sistema migratorio.
La suspensión de permisos de trabajo se da en un contexto de creciente presión sobre el sistema migratorio canadiense.
En los últimos años, Canadá ha visto un aumento significativo en la cantidad de residentes extranjeros temporales. Actualmente, el país alberga a 2.8 millones de estos residentes, una cifra que se ha duplicado en comparación con los 1.4 millones registrados hace solo dos años. Este aumento ha generado preocupaciones en diversos sectores de la sociedad canadiense, que han exigido ajustes en las políticas migratorias debido al incremento del coste de vida, la escasez de viviendas asequibles y una elevada tasa de desempleo, que afecta tanto a inmigrantes como a la población local.
En respuesta a estas preocupaciones, además de suspender los permisos de trabajo, el gobierno Canadá ha decidido imponer límites al número de estudiantes extranjeros que pueden ingresar al país.
Las medidas forman parte de un esfuerzo más amplio para reducir la proporción de trabajadores temporales extranjeros en Canadá del 6.1% al 5% del total de la población.
Entre las razones detrás de esta decisión se encuentran la necesidad de controlar el crecimiento demográfico y asegurar que los recursos del país puedan sostener la creciente población.
Las autoridades han subrayado que estas medidas son temporales y serán revisadas una vez que la situación se estabilice.
A pesar de estas restricciones, Canadá sigue siendo un destino atractivo para inmigrantes. En 2022, el país autorizó la llegada de 431,645 inmigrantes, cifra que aumentó a 465,000 en 2023.
Se estima que en 2024 el número de inmigrantes ascienda a 485,000 y en 2025, a 500,000. Estas cifras reflejan el compromiso continuo de Canadá con la inmigración, aunque con una mayor regulación y control.
La suspensión de los permisos de trabajo y las nuevas restricciones subrayan la complejidad de gestionar un sistema migratorio que busca equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad social y económica del país.