Una situación alarmante sacudió el puerto de Salina Cruz. Cuando inmensas y densas fumarolas de color amarillo se lanzaron desde la Planta Catalítica II de la refinería Antonio Dovalí Jaime. Este incidente provocó una gran preocupación entre los trabajadores de la refinería y la ciudadanía en general. Ya que las columnas de humo podían ser vistas a varios kilómetros de distancia.
La emergencia se desató cuando una de las calderas de la refinería comenzó a expulsar humo en cantidades excesivas. Lo que encendió las alarmas de seguridad. Inmediatamente, el personal de contraincendios de la planta fue desplegado para atender el incidente y evitar que si había fuego se propagara en las instalaciones. La rápida respuesta del equipo especializado fue crucial para controlar la situación y mitigar los riesgos asociados con la operación de la planta.
MOVILIZACIÓN Y RESPUESTA DE EMERGENCIA
La refinería Antonio Dovalí Jaime, conocida por su alta capacidad de producción y su importancia en la industria petrolera, implementó de manera eficaz sus protocolos de emergencia. El personal de contraincendios actuó con diligencia, logrando controlar la situación en la Planta Catalítica II. Sin embargo, el pánico y la alerta ya se habían extendido entre la población local, que observaba con preocupación las inmensas fumarolas amarillas.
Ante el incidente, las autoridades y la refinería emitieron recomendaciones a la población para que tomaran sus precauciones. La visibilidad del humo y su posible impacto en la calidad del aire fueron factores que llevaron a esta advertencia. Afortunadamente, gracias a la pronta intervención del personal de contraincendios, se pudo evitar una escalada del problema.
REACCIONES EN LA COMUNIDAD
El incidente en la Planta Catalítica II de la refinería Antonio Dovalí Jaime no solo generó una rápida movilización del personal de emergencia, sino también una reacción inmediata de la comunidad. Los residentes de Salina Cruz expresaron su preocupación por la seguridad y la salud. Destacando la necesidad de una mayor vigilancia y protocolos estrictos para prevenir futuros incidentes.
Aunque la situación fue controlada, la experiencia dejó una huella en la población, recalcando la importancia de la preparación y la respuesta rápida ante emergencias industriales. La refinería Antonio Dovalí Jaime, junto con las autoridades locales, continuará monitoreando la situación y evaluando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores y de la comunidad en general.
Finalmente, por fortuna, la efectiva intervención del personal de contraincendios permitió que la situación no escalara a un desastre mayor, asegurando la continuidad de las operaciones y la tranquilidad de la comunidad de Salina Cruz.