Con retos y problemáticas en torno a las terrazas comerciales que han proliferado en el corazón de la ciudad, el comercio en vía pública o la despoblación de sus inmuebles, así inicia la gestión del Consejo Consultivo del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez.
Fue el pasado viernes cuando las y los integrantes rindieron protesta ante el presidente municipal, Francisco Martínez Neri. Esto tras pasar por una convocatoria de selección y el dictamen aprobado por el cabildo para su integración. El órgano conformado por siete especialistas se desempeñará en este cargo honorífico (es decir, sin pago alguno) de 2022 a 2025.
Magaly Pérez Gómez, Clara Stephany Escamilla Martínez, Luz Cecilia Rodríguez Sánchez. Además de Caros Alberto Barahona Torres, Gerardo José Corres Tenorio, Ramón Velásquez Chagoya y Jorge Alberto Valencia Arroyo son los integrantes del consejo.
Durante su toma de protesta, uno de los retos y llamados que se expuso para este órgano, por parte de la regiduría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano y Centro Histórico, es el de “promover, en el ámbito de sus funciones”, que “las y los ciudadanos de la capital que conozcan y valoren el patrimonio cultural” que representa el centro histórico.
Pavel Renato López Gómez, regidor de Centro Histórico, explicó que este espacio declarado como patrimonio mundial el 11 de diciembre de 1987 (junto con la zona arqueológica de Monte Albán) atraviesa diversas problemáticas.
Por ejemplo, “un universo de complejidades frente a una población que poco a poco abandona el Centro Histórico, muchas veces de manera involuntaria”. Y sobre lo cual cuestionó si hay estrategias de política urbana, en materia administrativa y relacionada con “otras autoridades municipales para afrontar los retos de la zona metropolitana”.
El concejal ahondó que por varias décadas se ha visto al Centro Histórico desde la perspectiva turística y comercial (formal e informal). “Pero no como el sitio que alberga y explica los valores de los oaxaqueños”, y que propicia la desvalorización y desapropiación de esta zona.
El habitante común comienza a verlo como un espacio ajeno, como un sitio donde se reúne la clase o la élite para admirar inmuebles atractivos, divertirse, comer, pensar, platicar, distraerse, pero donde el habitante a pie no tiene acceso a los mismo. En todo caso, solo lo tiene para servirle al otro, ya sea como trabajador o como simple espectador, pero no como partícipe o actor”.
Francisco Martínez Neri, presidente municipal, llamó a las y los consejeros a trabajar no solo por cumplir con una función sino para propiciar que el Centro Histórico “viva” de manera ordenada en convivencia con la sociedad.