Los problemas para adquirir el terreno en el que operará el nuevo relleno sanitario de la ciudad de Oaxaca persisten a casi dos meses del cierre del tiradero de Zaachila. Sin embargo, el presidente municipal, Francisco Martínez Neri, se dijo confiado en que con la nueva administración del gobernador Salomón Jara Cruz, esto se supere.
Como este problema, el servicio de recolección persiste por la falta de un relleno propio y la complicación de empleados municipales de enviar los residuos a su destino final durante los fines de semana. Aunque la recolección ha abarcado más colonias que el 70 por ciento de principios de la semana pasada, los montones de bolsas de basura aún se observan en algunas zonas.
En el centro histórico, el retiro de papeleras no ha evitado que transeúntes o pobladores abandonen los desechos en la vía pública. Las pocas papeleras que se mantienen tienden a llenarse pronto, a pesar del paso de personal del área de barrido.
Aunque el zócalo y el Palacio de Gobierno han sido despejados de organizaciones y grupos de desplazados, la basura se mantiene como un problema, tanto por el abandono de desechos como la falta de una cobertura total de servicios.
En barrios como el del Marquesado, los contendedores también fueron retirados en los últimos días, luego de que la gente los convertía en basureros. Pero a pesar de la medida, la conducta persiste.
Este domingo, luego de asistir al recital dominical que en esta ocasión se realizó en el quiosco, Martínez Neri descartó que la crisis de la basura se agrave. En cambio, confió en que esta se solucione con ayuda de la nueva administración estatal.
Asimismo, expuso que sí se cuenta con el dinero para comprar el predio necesario, del que estimó un valor de no más de 12 millones de pesos.