Una intensa bruma ha cubierto los cielos de los Valles Centrales de Oaxaca, generando una atmósfera peculiar y poco común en la región. Este fenómeno ha llamado la atención de residentes y visitantes, ya que generalmente el cielo se observa claro con un azul intenso, una característica fundamental en esta latitud. Pero, ¿qué está causando este efecto?
LA CAUSA ESTÁ EN LOS INCENDIOS
La respuesta se encuentra en los numerosos incendios que han devastado la región, consumiendo miles de hectáreas de bosques y vegetación. Desde el inicio del año y hasta ahora, se han reportado al menos 50 incendios, muchos de ellos en los Valles Centrales y sus alrededores.
Los incendios han afectado áreas como las faldas de la cordillera Norte, así como localidades como Atzompa, San Pedro Ixtlahuca, Cuilápam, Ejutla, Etla, entre otras. Uno de los casos más trágicos fue el ocurrido en San Lucas Quiaviní, donde un voraz incendio no solo arrasó con la naturaleza de la zona, sino que también cobró la vida de cinco voluntarios que luchaban por sofocar las llamas.
AMBIENTE DE LUTO Y TRISTEZA
El intenso humo emanado de estas conflagraciones ha provocado una densa bruma que oscurece el horizonte, creando una atmósfera de tristeza y luto natural. Dada la geografía montañosa de la región, la dispersión del humo se dificulta, exacerbando el impacto visual y ambiental de los incendios.
Este fenómeno ha generado preocupación entre la población local y las autoridades, quienes trabajan arduamente para contener y extinguir los incendios, así como para proteger a las comunidades afectadas. Se hace un llamado a la conciencia ciudadana y a la adopción de medidas preventivas para evitar futuros siniestros y preservar la riqueza natural de los Valles Centrales de Oaxaca. Ya que la temporada de estiaje apenas empieza al igual que la de incendios, lo que muestra u panorama nada alentador, pero dependerá de a propia ciudadanía y autoridades contra restar esto.