Gracias a las constantes denuncias ciudadanas, fue retirada una montaña de cacharros que permaneció por años en la parte trasera de la Unidad Médica, a escasos 10 metros de donde se encuentra el área de pacientes internados.
Esto representaba un foco rojo —señalaron denunciantes— pues en época de lluvias el agua se quedaba acumulada y se convertía en un potencial criadero de larvas, situación que podría derivar en dengue, Zika y chikungunya.
Durante dos décadas, directores de la Unidad Médica desfilaron sin pena ni gloria sin lograr que personal del departamento de inventarios y de patrimonio del estado acudieran a este municipio y retiraran los cacharros. Afortunadamente, la denuncia ciudadana logró su objetivo, ya que fueron retirados —en su gran mayoría— los cacharros.
Ahora queda la tarea para las y los trabajadores del Hospital General Dr. Alberto Vargas Merino el estar muy al pendiente y no permitir que nuevamente se acumulen los objetivos que terminan su vida útil. Algunos ciudadanos de diferentes barrios y colonias de esta población —al ser entrevistados por EL IMPARCIAL— señalaron “no puede ser posible que quienes promocionen la salud de la población en general hagan acciones contrarias como ser omiso ante este grave problema que permaneció por muchos años, de milagro no generó una epidemia, lo anterior lo tienen que entender también el titular de la Secretaría de Salud y todo su personal, que sólo acude a las regiones a tomarse la foto y asegurar que todo marche bien cuando es todo lo contrario”.