Con una celebridad eucarística, procesión y mucha fe, este domingo en esta ciudad se vivió la entrada de Jesús a Jerusalén.
La organización que estuvo a cargo de los comités de la iglesia de Santa María de la Asunción quienes convocaron a los creyentes a vivir estas fiestas de la Semana Mayor con fe y devoción.
Una misa desde las siete de la mañana reunió a la feligresía, esta fue oficiada por el padre Juan Pablo Velasco en la iglesia de Santa María de la Asunción para después trasladarse al Puente de San Pedro, un sitio emblemático en la ciudad para realizar la bendición de las palmas y comenzar la procesión por las principales calles.
Esta actividad que año con año se realiza por la iglesia reúne a todas las familias de la ciudad y pueblos vecinos vestidos con ropa blanca, es una actividad que también genera movimiento económico ante la cantidad de personas que bajan de las comunidades para expender las palmas ya con varios diseños, como flores, cristos, cruces y otras formas que crean los artesanos.
Jesús Santiago Aparicio, feligrés, dijo que es una tradición de muchos años en esta ciudad y en varios pueblos de la Mixteca previo a la Pasión de Cristo.
Isabel Paz acompañó a su pequeña hija Marisol, quien toma el catecismo cada domingo para realizar su primera comunión, dijo que es importante que la autoridad religiosa, en este caso el padre de la iglesia, haga partícipes a los niños y jóvenes en estas celebraciones religiosas.
Apuntó que hoy la pequeña Marisol sabe y conoce un poco más de las sagradas escrituras, pero también el porqué de las celebraciones religiosas que marcan en mucho la fe que se profesa en la ciudad y en gran parte del país.
Este año les tocó a los niños de catequesis venir a esta celebración desde muy temprano y eso permite que las familias se unan, se involucren y se acerque a la fe, a la Virgen de la Asunción y a Dios”, explicó.
Finalmente, esta bendición de la palma y la procesión comenzó a las 10:30 de la mañana y terminó con la misa de medio día en el tempo para después a las 5 de la tarde, en la Barrio de San Sebastián, replicar esta actividad y culminar con la celebración eucarística a las 7 de la noche.