Acapulco, Guerrero.- Con vientos de 270 y rachas de hasta 330 kilómetros por hora (k/h), el huracán Otis impactó con toda su fuerza en la franja costera del puerto de Acapulco, Guerrero.
El huracán tocó tierra con la máxima potencia en categoría 5 en la escala de Saffir Simpson, dejando devastación y severos daños en la zona hotelera de este destino turístico.
Desde la tarde de este martes, los efectos de Otis comenzaron con una ligera llovizna, lo que alrededor de las 21:00 horas se convirtió en una tormenta con fuertes vientos y lluvias que poco a poco comenzaron a inundar las calles y avenidas de uno de los destinos turísticos más importantes de México.
Con el alertamiento preventivo que emitieron las autoridades de protección civil, los comercios cerraron sus puertas y todos los inquilinos de los hoteles se refugiaron en sus habitaciones, mientras algunos habitantes del puerto buscaron refugios seguros.
El gobierno municipal y estatal, anunciaron la habilitación de albergues temporales para quienes se encontraban en zonas de riesgo, en tanto los elementos del Ejército Mexicano implementaron el Plan DNIII-E y el Plan Marina de auxilio a la población.
Lo mismo se sumaron al plan de rescate los policías municipales, estatales y de protección civil de los tres órdenes de gobierno que recorrieron las calles para dar aviso a las y los ciudadanos sobre la cercanía del huracán.
Aunque los pronósticos indicaban que pegaría entre las 4 o 6 de la mañana de este miércoles, a las 23:00 horas, el huracán impactó con toda su fuerza en las zonas de playa donde provocó la caída de árboles, palmeras y ventanales, así como postes de energía eléctrica y de telefonía.
Los servicios básicos colapsaron en cuestión de minutos, dejando la ciudad sin energía eléctrica y sin señal de telefonía, lo que generó alerta en la población.
A las 23:50 horas, el huracán descargó su fuerza desde la zona de El Diamante hasta el municipio de Técpan de Galeana, que según los reportes preliminares generó inundaciones, daños en viviendas en hoteles, viviendas, comercios e infraestructuras carreteras.
A decir de los habitantes de Acapulco, Otis es uno de los huracanes más potentes que ha impactado en el puerto, pues el Servicio Meteorológico Nacional (MN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que las rachas superaban los 300 kilómetros por hora.
“Fue una pesadilla”
Huéspedes del hotel Pierre del Mundo Imperial, comentaron que durante el paso del huracán vivieron una pesadilla, pues las ventanas de algunas habitaciones no soportaron el impacto de las rachas y se rompieron.
Cuando se reventaron las ventanas, lo primero que hice es refugiarme en el baño, pero el agua comenzó a entrar, quise abrir la puerta para ir al refugio o pedir ayuda, pero el viento era tan fuerte que no me dejaba, con toda mi fuerza tomé una mochila y con mis cosas de valor al final pide abrir para salvar mi vida, fue algo horrible, una pesadilla porque ya estaba durmiendo”, señaló una de las inquilinas.
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Lo mismo ocurrió con otras habitaciones donde los huéspedes se vieron obligados a utilizar el refugio del hotel, otros no alcanzaron a llegar y se quedaron varados en sus vehículos, incluso en los baños y oficinas ejecutivas.
Nosotras nos quedamos dentro del autobús que nos trajo al hotel, ya no nos dio tiempo de descender de la unidad, nos quedamos a bordo, pero las ventanas no soportaron las rachas de viento y con las caídas de las palmeras se rompieron y con Jesús en la boca nos tiramos en el pasillo para protegernos” , narraron representantes de los medios de comunicación que acudieron a la Convención Internacional de Minería.
Dos horas de furia
Durante más de dos horas, el huracán Otis descargó toda su furia en toda la franja costera de Acapulco, por momentos se escuchaban los ruidos de los árboles, lámparas y ventanas de las habitaciones que colapsaban, por lo que fue necesario habilitar más refugios.
La tormenta que inició a las 23 horas del martes, a las 01:00 del miércoles, ya era interminable, el agua comenzaba a inundar las habitaciones, los pasillos y otras zonas del hotel Pierre del Mundo Imperial.
Vengan a mi oficina, aquí se puedan resguardar, no se arriesguen en lugares inseguros porque se los puede llevar, los vientos son muy fuertes, esto no ha pasado, el ojo del huracán pegó muy cerca y si no se debilita al tocar tierra, seguramente habrá otro giro y regresarán los vientos y lluvias”, advirtió una de las ejecutivas del hotel.
Confirme pasaron los minutos, más huéspedes se fueron asomando buscando nuevos refugios, pues sus habitaciones se quedaron sin ventanas y otras con inundaciones moderadas.
Después de una larga noche de tormenta, fue hasta las 2 de la mañana cuando el personal del hotel consideró viable comenzar con el conteó de los daños y a dirigir a los huéspedes al refugio temporal ubicado dentro del hotel y que ya estaba abarrotado.
Esto nos demuestra que no debemos de subestimar la naturaleza, nunca pensamos que nos iba a impactar tan fuerte, lo importante es que estamos ya a salvo”, señalaron las y los representantes de la zona hotelera de Acapulco.
Durante las primeras horas del día, las autoridades locales, estatales y federales han comenzado con el recuento de los daños que ya en varios kilómetros se observa una gran devastación con árboles, postes y techos de viviendas dañados y colapsados.
Sin servicios básicos y saqueos
Este miércoles, el puerto de Acapulco permanecía sin energía eléctrica y sin señal de telefonía, miles de visitantes se encontraban varados en la zona hotelera y tratando de comunicarse con sus familiares.
En varias colonias se reportaron saqueos en las tiendas de autoservicio, principalmente donde la fuerza pública no logró ingresar; en tanto, aún no existen cifras de daños y víctimas, esto debido a la falta de comunicación.