La peligrosidad de fenómenos meteorológicos ha aumentado debido al cambio climático, ya que en los últimos dos años se han emitido declaratorias de emergencia, la mayor parte de estas afectaciones en varios municipios por la presencia de lluvias, frentes fríos, seguidos por el movimiento de laderas.
Uno de los referentes es que en el estado se han presentado precipitaciones que rebasaron los registros históricos para cada una de las regiones del estado, observándose esto con mayor magnitud en la Costa, Sierra Norte, Valles Centrales y el Papaloápam, destacó el ambientalista Jorge Narváez Pérez.
Por ello, recomendó atender los ríos principales ante posibles crecientes por las lluvias, entre ellos, el Atoyac al oeste, cuyos arroyos tributarios más importantes se conocen con los nombres de Tecolote, Viguera y Seco; y el Salado, cuyos arroyos tributarios más importantes son el Tarabundi, Barniz y Amapolas.
Debido a los constantes peligros a los que se exponen los oaxaqueños, admitió que la falta de una cultura de prevención o actuación en caso de emergencia entre la población, aumenta el grado de fragilidad en materia de protección civil que debe obligar a actualizar el Atlas de Riesgo Municipal.
“Un porcentaje considerable de la población del municipio, así como parte de su infraestructura, están asentados sobre sitios que presentan diferentes grados de peligro asociados con los fenómenos naturales lo cual genera escenarios de riesgo que exigen ser evaluados”.
Explicó que la función específica del Atlas de Riesgos del Municipio de Oaxaca de Juárez debe identificar, ubicar y valorar las fuentes de peligro geológico e hidrometeorológico.