Tras aprobarse sus permisos en una de las últimas sesiones de cabildo, poco más de 10 puestos de venta de alimentos y bebidas se colocaron en las inmediaciones del templo de San Agustín, en el centro histórico de Oaxaca de Juárez.
Aunque no ocupan el atrio, la instalación de los mismos había afectado parte del tránsito peatonal en esta zona, como se observó este sábado. Se espera que los 13 puestos permanezcan del 26 al 30 de agosto en el atrio del templo, en donde expenden antojitos, aguas frescas y hot cakes en las banquetas de las calles de Armenta y López y Vicente Guerrero.
Esta es una de las últimas ferias autorizadas luego de las expo ferias de Semana Santa y Guelaguetza, así como de las instalada por la Virgen del Carmen, en julio, o la de los Siete Príncipes, a inicios de agosto.
A decir de la autoridad local, en las verbenas o ferias ligadas a festividades religiosas se ha tratado de disminuir el número de días autorizados y de puestos. Aunque en algunos casos como en la celebración de la Virgen del Carmen, las y los verbeneros infringieron el dictamen en diversos aspectos, pues se instalaron más de los 47 en torno al Carmen Alto. Además de que colocaron juegos mecánicos aun cuando el cabildo no los avaló.
Reordenamiento de ambulantes
En medio de los conflictos porque los ferieros han incumplido en varias ocasiones lo estipulado por el cabildo, el ayuntamiento señala que se ha avanzado en el ordenamiento de las y los vendedores ambulantes. “Hay calles que ya están totalmente libres, por ejemplo la calle Flores Magón, La Reforma, Bustamante y una parte de Las Casas”, explico el edil, Francisco Martínez Neri.
Pero el ambulantaje, dijo, es un problema social ligado a la problemática económica que viven el estado y el país.
“Una de las cuentas positivas que vamos a dar en este trienio es el reordenamiento parcial del comercio ambulnte”, apuntó.
Martínez Neri no detalló en la cantidad de organizaciones o líderes que controlan esta actividad, sin embargo, remarcó la importancia de que avance la iniciativa con la que se busca estipular como un delito la “venta” del espacio público por parte de particulares.
Y es que hasta ahora, “ha faltado análisis en el congreso. Pero sí es importante esto porque nadie puede vender un espacio público, no es propiedad de alguien sino de todos”.