La noche del 7 de junio del 2022, una tormenta en la ciudad de Oaxaca propició la caída del centenario laurel de la India (ficus retusa) bajo el que se realizaban los conciertos dominicales de la Banda de Música del Estado y otras agrupaciones, así como los miércoles de danzón.
Dos años después, el nuevo ejemplar de casi 20 años y que sustituyó al emblemático laurel, uno de varios con edades similares en la Plaza de la Constitución (Zócalo) y la Alameda de León, está de pie. Sin embargo, se encuentra rodeado y afectado por el plantón de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que permanece desde el 15 de mayo.
Otros laureles y demás árboles del Zócalo de la ciudad de Oaxaca están en la misma situación, con cuerdas que cuelgan de sus ramas y troncos como una forma de sostener las lonas en que se resguardan las y los docentes.
En la jardinera donde comparte espacio con macetas, un macuil y un zompantle es usado como sitio de descanso. También como base para las estacas de la estructura metálica que una dependencia estatal colocó días antes del plantón y que también se quedó como parte de este.
La caída del emblemático laurel se debió a varios factores, pero principalmente al abandono del arbolado urbano que propició su deterioro y plagas, también por la reducción del espacio para sus raíces, luego de la remodelación del Zócalo en el 2005.
El nuevo ejemplar plantado en noviembre del 2022 tenía entonces 18 años de edad, 50 centímetros de diámetro y 8 metros de altura. Aun con las afectaciones de su entorno, se ha mantenido con buen estado de salud.