Ante el incremento imparable de los casos de dengue en zonas de Santa Lucía del Camino, habitantes del casco y de San Francisco Tutla urgieron a la autoridad municipal aplicar acciones de fumigación y reparto de abate.
Cabe señalar que la saturación de hospitales reaparece como un mal presagio, dado que los pacientes saturan las salas de los centros públicos de atención médica, mientras que, para quienes carecen de esta prestación, o bien, su gravedad les impide esperar, el servicio privado les cala los bolsillos dado que llegan a desembolsar en promedio 40 mil pesos por un par de días en una clínica particular.
Tan solo en las últimas semanas, las publicaciones en redes sociales de personas que requieren donadores de sangre para sus familiares enfermos de dengue, traen a la memoria los fantasmas de la pandemia de Covid-19, cuando la urgencia por obtener oxígeno también llegaba a los estados de WhatsApp y a los perfiles de Facebook.
De acuerdo a las autoridades sanitarias, la lluvia, el cambio climático y la migración han sido factores determinantes para que los casos de esta enfermedad se disparen en la entidad, principalmente en las zonas de la Costa, Istmo, Valles Centrales y Tuxtepec, .
El crecimiento exponencial de casos, pero, principalmente, la gravedad de los síntomas de la enfermedad, se debe a la circulación del serotipo cuatro de esta infección transmitida por el mosquito aedes aegypti.
Y es que las nubes de mosquitos son visibles por las tardes en las colonias, cuyos habitantes de la capital exigen nebulizaciones -incluso hasta con cierres de calles- para acabar con los insectos, las autoridades responden a las protestas, con un escuálido calendario de fumigaciones.
Tan solo en Santa Lucía del Camino se extraña el paso de las ruidosas camionetas de los SSO nebulizando, pese a la gravedad de los casos, las autoridades no han respondido con la inmediatez requerida.
Los ciudadanos han tenido que recurrir a la compra de repelente de mosquitos, los insecticidas, los mosquiteros, así como mantener libre de cacharros los hogares, cuyas medidas buscan evitar caer enfermos.
Una vez más, los ciudadanos buscan sus propias herramientas para hacer frente al padecimiento (como en su momento el alcohol en gel y los cubrebocas eran las principales armas contra el Covid-19).