Retomando el problema filosófico social, si el derecho es creado como una fuerza superior que limita la maldad del hombre y así evitar que se convierta en el depredador de su propia especie, o por lo contrario, es un instrumento para que la especie humana pueda trascender a la virtud, debemos recordar que México es una República, y la soberanía radica en el pueblo, razón por la que, por lo menos, en los principios que rigen nuestro estado, se parte de la segunda idea, es decir, que el estado es creado para el hombre, y no el hombre para el estado, y tomando en cuenta que derivado de ello, existe la presunción que somos una sociedad virtuosa, las instituciones del propio estado deben utilizarse como instrumentos para alcanzar la civilización.
Bajo esa idea, debemos entender que lo normal en una sociedad virtuosa, es que exista un ambiente de equilibrio y paz, y solamente de manera excepcional se susciten hechos violentos, pues uno de los derechos humanos fundamentales en nuestra nación, es la libertad, y recordemos que Montesquieu aseguraba que en la república debe ponderarse la virtud, y garantizar la libertad a sus ciudadanos, creándose así la libertad virtuosa, es decir, la capacidad de actuar siempre en beneficio de la humanidad, comenzando por la propia.
Sin embargo, una de las funciones del estado es precisamente garantizar el derecho a la seguridad pública, y dicha prerrogativa es tan importante, que implica la interacción y participación de todos los niveles de gobierno, y de todos los poderes, a saber:
El poder Legislativo, que representa tanto al pueblo como a los estados que conforman el pacto federal, establece en ordenamientos jurídicos, como lo son, los códigos penales, la parte sustantiva de los hechos que se consideran antijurídicos y típicos, así como las penas contra las personas que incurran en dichas conductas, y en el Código Nacional de Procedimientos Penales, la parte adjetiva, es decir, como se desarrollará el procedimiento penal y que principios lo regirán, y todas las demás autoridades deberán conducir su actuar conforme a lo mandatado por dichos ordenamientos jurídicos.
En términos de lo dispuesto por el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la prevención de los delitos le corresponde a la Federación, las entidades federativas y los municipios a través de las instituciones de seguridad pública, que dependen directamente del Poder Ejecutivo en su respectivo nivel de gobierno.
Cuando a pesar de lo anterior, se comete algún delito, le corresponde a las Fiscalías la investigación y persecución de los delitos para procurar justicia, así como el combate a la impunidad, la cual ostenta la representación social y de las víctimas, que en el caso de nuestra entidad, es un organismo autónomo, precisamente por que la procuración de justicia debe realizarse conforme a la legalidad, apegada a estricto derecho y sin ningún tipo de influencia política o social, tan es así que, el propio artículo 14 de nuestra Constitución Federal establece que en los juicios del orden criminal no podrá imponerse pena alguna por mayoría de razón, es decir, por clamor popular, y una vez integrada una carpeta de investigación, la somete al Poder Judicial, que en su caso, es quien juzga y determina la pena que se impondrá al sentenciado, debiendo recordar que la finalidad del derecho penal es la reinserción social.
Entonces, teniendo principios que garantizan que como sociedad podemos desarrollarnos de una forma virtuosa, así como toda una serie de instituciones tendientes a garantizar que podamos vivir en armonía ¿Por qué se está generando esa percepción de incremento de violencia?, considero que la respuesta se da desde una perspectiva cultural, y que aún nos falta mucho para poder ser llamada una sociedad virtuosa, pues por una parte hay sectores que incluso están dispuestos a organizarse de tal forma que se pueda brindar seguridad a la ciudadanía, como lo es la iniciativa de los comercios de nuestra entidad que se suman para evitar la violencia contra las mujeres, o algunos COMVIVES que cuidan su entorno, pero por otra parte, hace falta responsabilidad social, pues aún existen grupos sociales que al saber que no les asiste la razón, realizan tomas de calles, bloqueos y diversas acciones de presión social para obtener beneficios aunque se encuentren fuera de la ley, o abogados y periodistas que litigan o se venden para publicar notas periodísticas insidiosas, en base a datos falsos o especulaciones que solamente buscan que se pierda la confianza en las instituciones, al saber que sus peticiones son improcedentes conforme a derecho, es así entonces el llamado en el sentido que cada quien haga lo que le corresponde desde una base ética y apegada a los principios morales y de civilidad que necesitamos para tener la sociedad que nos merecemos.
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