Cuando sucede un acontecimiento inesperado, se suele decir que estamos ante un hecho eventual, más de las veces sin consecuencias.
También se habla de accidentes, cuando ese hecho nos causa daños o lesiones.
Ahora bien, en la Ciudad de Oaxaca y Municipios conurbados, en la prensa escrita, virtualmente todos los días, se reporta un siniestro de vehículos, y atropellados, choques y muchas pero muchas volcaduras de vehículos de motor, con las consiguientes personas lesionadas e incluso muertas.
Estos “accidentes” son muy frecuentes en el transporte público, pero en los últimos meses la frecuencia en automóviles particulares, ha crecido exponencialmente, sobre todo con volcaduras aparatosas.
Las causas son desde luego diversas, aunque puedo afirmar como una opinión, que la principal es la imprudencia del conductor, lo que incluye a ojos vistos por los testigos, que se le ve usando el teléfono celular mientras se conduce, que aunque tenga sonido ambiental, creo que le llaman bluetooth o algo parecido de la jerga moderna de la tecnología, no dejan en paz a las personas que manejan vehículos de motor y causan una distracción, que al ser acompañada por altas velocidades, ocasionan en un par de segundos la tragedia.
En ese contexto, recomiendo con todo respeto apagar el celular al manejar o en caso contrario si se espera una llamada importante, es necesario orillarse, detener el auto y contestar ya con toda seguridad.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.