En una acción decidida y valiente, el señor Gobernador Salomón Jara, desalojó a los comerciantes de la Etnia Triqui, que se habían apoderado desde hace más de diez años, de los portales del Palacio de Gobierno del Estado, no solo eso, sino que vivían en esos portales, con todo lo que eso implica. Era inaceptable tal situación y la ciudadanía se retiró virtualmente de visitar nuestro Zócalo, además de que recibíamos críticas de turistas constantemente y por si fuera poco, la plaza central, se convirtió en un auténtico tianguis lleno de puestos ambulantes por todos lados, al grado que aquello era un verdadero muladar, que se sumaba al problema de la disposición final de la basura.
En ese contexto, también fueron desalojados todos los puestos del Zócalo, y se recuperó la belleza de esa zona, los comerciantes de ese lugar y ciudadanos en general, organizaron un tequio y dejaron calles, jardines y portales, limpios y transitables.
Bien hecho señor Gobernador Jara, sobre todo porque no se ejerció violencia.
No he visitado la Alameda de León, en donde sucedía o sucede algo similar, y en donde se debe actuar en la misma forma.
Así las cosas, puedo repetir con todo respeto, como lo escribí hace meses, que Salomón Jara es un buen “destriquisistador”.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.