El libro del barrio de El Marquesado 2024, es un libro ameno escrito por los vecinos del barrio que saben dónde están parados.
La idea de hacer este libro fue de la Secretaría de Arte y Cultura Municipal, me pareció una excelente idea y propuse que fueran los propios vecinos del barrio los que la escribieran; la iniciativa fue bien recibida y el siguiente paso fue invitar a Ángela Osorio Cruz, Araceli Cortés, Francisco Álvarez, Graciela Cervantes, Maricela García y al Padre Nacho, Guadalupe Ignacio Cervantes Montes.
Que, desde luego gustosos aceptaron y lo hicieron desde sus domicilios hasta donde fue el personal de la Secretaría de Arte y Cultura Municipal para hacer entrevistas grabadas como testimonio y para evitar que se cambiaran las palabras o el estilo de cada participante y se copiaron las fotos que proporcionadas. La edición la hicieron los expertos de la propia Secretaría.
A manera de presentación de cada autor, en el atrio del templo del Señor de Santa María de El Marquesado, se tomaron las fotos de los autores que aparecen en cada una de las ocho secciones originales del libro que contiene 30 relatos únicos, inéditos. A la fotografía, como introducción, se anotó una frase del mismo autor.
De esta forma resultó ser un libro escrito con amor por los vecinos que narran como era el barrio en la década 55 – 65. Es una narración de primera mano que brotó fresca como agua de manantial, transparente, sin imposiciones, sin interferencias, espontánea, directa, de los niños y niñas de esa época que dan su testimonio de lo que vivieron, de lo que vieron, lo que recuerdan, lo que quedó grabado para siempre en su memoria.
El libro sigue la tendencia actual de los textos, es decir son narraciones breves; lo pueden abrir y disfrutar la historia del autor que prefieran. El objetivo fue preservar lo nuestro para que no se pierda, no se olvide y para que nadie lo borre, ni el tiempo, ni la muerte.
Coincidimos en lo escrito que cada quién contó a su manera, con sus palabras con su estilo propio, sin alterar el recuerdo.
Los autores crecieron en el Marquesado, disfrutaron de su niñez en el campo, en el río, en el ojito de agua, en la estación de ferrocarril, caminaron sobre los rieles y el silbato de las máquinas fue su reloj para ir con Carmita a aprender a leer y escribir en el silabario.
Ver la danza de Los Jardineros en el Jueves de los Compadres en el atrio y en la casa del mayordomo fue parte de su diversión.
Nuestras fiestas: El jueves de los compadres, los Días de muertos, la Semana Santa, las comedias en el curato, la chirimía, las campanas, las matracas.
Como olvidar los dos jardines públicos con sus camellones de tierra sembrados de violetas, amapolas y mariposas monarca y blancas. El jardín Morelos con su kiosco abandonado y sin músicos que con su base de tierra era la cancha ideal para jugar pollas, canicas, trompo, rayuela, brincar la cuerda, encantados, al toro y al cincho quemado, y el jardín Madero con sus juegos: pan y panela, columpios, resbaladillas, argollas y barras paralelas para colgarse.
Conocimos a los padres de cada uno de los participantes, nos reencontramos en la Universidad y los que estamos vivos nos seguimos viendo y reconociendo.
Somos la generación de la memoria. También somos la generación del agua, porque crecimos nadando en el río Atoyac y en el ojito de agua; también puedo decir que somos la generación del ferrocarril.
El libro es un reconocimiento a nuestros padres y abuelos, a nuestros hijos y nietos. Somos un solo corazón, que es de todos y de ninguno.
Nuestro agradecimiento a la Secretaría de Arte y Cultura Municipal que hizo posible la realización de este proyecto.
castilan.gerardo.castellanos@gmail.com