En 2006, la violencia se acentuó a partir de la estrategia de seguridad impuesta por el entonces el Presidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa. Los cárteles, las fuerzas federales y locales se enfrascaron en una lucha encarnizada que año tras año ha dejado decenas de miles de muertos.
Pero también, inmersos en esa guerra, los ciudadanos, vulnerables y hartos de la amenaza constante de las balas y la censura a los medios de comunicación, se organizaron a través de las redes sociales para advertirse sobre situaciones de peligro y así no convertirse un “daño colateral” más ante las autoridades.
En el 2012, un colectivo llamado “Valor por Tamaulipas” concretó una de las primeras iniciativas ciudadanas orientada a la prevención y la denuncia de situaciones de violencia. Hoy, esa estrategia se ha expandido en la Red aunque el componente local, que es uno de sus rasgos más representativos, se ha adaptado a diferentes entornos.
A través de hashtags como #ReynosaFollow y de claves que han surgido del reporte cotidiano de situaciones de riesgo, los ciudadanos de poblaciones con alta presencia del crimen organizado, como Reynosa y Matamoros en Tamaulipas, Orizaba en Veracruz, Acapulco en Guerrero, Monterrey en Nuevo León y otras más conforman comunidades anónimas donde a diario trasciende la alerta de balaceras, agresiones, persecuciones, y otras amenazas que tienen lugar en las calles.