A unos día de concluir la 63 Legislatura del Congreso del Estado, de acuerdo a los datos del portal de transparencia del Poder Legislativo, en 137 sesiones de instalación, ordinarias, extraordinarias y permanentes realizadas hasta el 10 de octubre de 2018, apenas se alcanzó una productividad de al menos el 40 por ciento.
Sin actualizar aún la información correspondiente a los trabajos realizados por la actual legislatura, las cifras reflejan escasa productividad legislativa, pero según el Informe Legislativo 2018 del Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO), es uno de los congresos más costosos del país.
Hasta el 18 de septiembre de 2018, la Unidad de Transparencia que depende de la Oficialía Mayor que dirige el priista Igmar Matus, quien fue denunciado por trabajadores del congreso local de solapar a los aviadores que operan en el Poder Legislativo, hasta el 18 de septiembre fueron presentadas 1,868 iniciativas y puntos de acuerdo, de los cuales 1,658 fueron decretos emitidos.
A pesar de que los decretos es la última fase donde se concluyen las iniciativas presentadas, la mayoría de éstos correspondieron a la autorización de licencias solicitadas para el proceso electoral 2017-2018, donde un gran número de diputados buscaron reelegirse, esto tras haber construido a su modo la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales de Oaxaca (LIPEO).
En lo que refiere a rendición de cuentas, en el segundo informe trimestral de enero a junio de 2018, se devengaron 500 millones 762 mil 688.63 pesos, sin embargo, no se especifican el destino de estos recursos públicos.
El reporte del IMCO, destaca que en 2017, 27 congresos locales gastaron mil 340 millones de pesos adicionales a lo presupuestado. El congreso que más gastó por arriba de lo aprobado fue Oaxaca, el cual tuvo un gasto adicional de 88% (342 mdp), monto mayor al Fondo de Reconstrucción de Oaxaca por los sismos de septiembre de 2017.