Empresarios pequeños y medios dedicados a la venta de materiales de construcción admitieron la severa crisis en la que se ha visto inmerso el sector desde hace casi dos años, a pesar de los sismos del 2017.
“No hay dinero, y aunque la gente lo necesita, la venta de cemento se ha desplomado en más del 50 por ciento y lo mismo para la varilla, alambrón, tabicón, cal y otros materiales para obra”, revelan los consultados.
En parte – subrayan – se debe a la falta de circulante, pues con el cambio de gobierno federal el recurso económico no ha fluido y mucho menos en el ámbito estatal, pues la situación ya superó los dos años.
“Antes vendíamos más de 3 toneladas al día, ahora se ha reducido a una cada tres días o ahora la gente compra por bultos, porque la economía no mejora y en las dependencias todo sigue paralizado”, sostiene un vendedor de materiales.
Los entrevistados también aseguraron que la mano de obra en el ramo de la construcción ha bajado y ahora no solo se dedican a la albañilería, sino también son electricistas, plomeros o pintores de brocha gorda, ya no es qué saben hacer, sino en donde les paguen.