El consumo de gobierno registró una contracción anual de 1.3 por ciento en el primer trimestre del año, lo que significó la mayor caída en casi seis años.
Desde el segundo trimestre de 2013 no se registraba un retroceso similar. En ese periodo este indicador arrojó una baja de 1.4 por ciento, según cifras del INEGI.
Con respecto a los últimos tres meses de 2018, el consumo gubernamental arrojó una baja de 0.3 por ciento
El resultado está en línea con el plan de austeridad que puso en marcha el actual gobierno. Según cifras de la Secretaría de Hacienda, en los primeros cinco meses de esta administración, el gasto neto registra tasas negativas. En diciembre cayó 16.6 por ciento; en enero, 1 por ciento; en febrero, 16.2 por ciento; en marzo, 2.8 por ciento, y en abril, 5.8 por ciento.
Este resultado generó que la demanda global de bienes y servicios cayera 0.5 por ciento en el primer trimestre del año, tras seis meses de números positivos.
Otro de los elementos que impactó en la demanda fue la inversión (formación bruta de capital). Si bien de forma trimestral repunto 0.7 por ciento, tras tres trimestres negativos, de forma anual cayó 3.2 por ciento, la mayor baja desde 2013 (tercer trimestre). A su interior, la pública se desplomó 11.1 por ciento y la privada cayó 2.1 por ciento.
La demanda también se compone por el consumo privado, el cual creció apenas 0.2 por ciento, y las exportaciones, que cayeron 0.2 por ciento, en ambos casos de forma trimestral.
Por el lado de la oferta, que también retrocedió 0.5 por ciento, se debió a la caída de 0.2 por ciento del PIB nacional y las importaciones de forma trimestral.