Ser voluntariado no es un trabajo, es una forma de vida y más que dinero nos deja satisfacciones, explica Érika Castro Maldonado, integrante de la Brigada de Rescate Lobo en Oaxaca.
De acuerdo con la ONU, cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios, fecha en que se supone una oportunidad única para agradecer todos los esfuerzos realizados por los voluntarios y sus organizaciones.
También es un día propicio para promover sus valores y dar a conocer los logros que consiguen en sus comunidades, ya sea a través de organizaciones no gubernamentales (ONGs), agencias de las Naciones Unidas, organismos gubernamentales o el sector privado, detalla el organismo.
En entrevista, la brigadista explica que dedica por vocación entre 3 o 4 horas diarias a su labor y ayudar a los ciudadanos, “ofrecemos los apoyos de primeros auxilio sin costo alguno”.
“Siempre estamos listos para acudir al auxilio de la población en general, no importando raza, color o posición económica, nos llaman y vamos, de ahí la confianza que nos tiene la sociedad”, dice.
Quien se desempeña como guardia de seguridad privada, expone que recibir dinero del gobierno llámese estatal o federal, le quitaría la esencia al voluntariado y se perdería lo valioso.
“Hay muchas opiniones también sobre la actividad, si es altruista o si no, pero depende de cada quien apoyar a los brigadistas cuando se sale a botear, porque es para allegarse de material de curación y gasolina para las ambulancias”, sostiene.
En su oportunidad, Osmar Gijón, presidente del Consejo Nacional de Voluntariado, explica que se deben fomentar más los derechos humanos a través de la labor social entre los jóvenes del país.
Por ejemplo, detalla que los voluntarios ponen en práctica la visita a los asilos, casas hogar, hospitales y comunidades indígenas para la atención de población marginada de la sociedad.
Pero también lamenta que la juventud permanezca omisa y alejada de la responsabilidad social que cada persona tiene en su entorno social, “siempre debe aportarse algo a la ciudadanía y más a los sectores vulnerables”.
Sin embargo, otras instancias o asociaciones como la Cruz Roja, asociaciones de Migrantes en Oaxaca, cuentan con voluntarios en su mayoría, jóvenes que prestan su servicio sin retribución económica.