Luces, bellas chicas, y golpes fueron parte de la Fight Night MMA, que se llevó a cabo la noche del sábado en la Arena Oaxaca, coronándose el guatemalteco Carlos “Big Boss” Vargas, a los 53 segundos, superando a Mario Álvarez, de Chiapas.
Bastaron unos segundos para que el guatemalteco se adjudicará el título de la Confederación Internacional de Artes Marciales (CIAM), al vencer sin problemas y por sumisión al mexicano Mario Álvarez, en la Fight Night MMA.
Aunque no pudo vencer a su rival en los 30 segundos en que prometió terminar la pelea, el chapín evidenció la insuficiencia competitiva del chiapaneco, quien mostró más pose que pelea en el octágono de la Arena Oaxaca de Santa Lucía del Camino.
“Big Boss”, con 91 kilógramos a cuestas e hijo de la leyenda de la lucha libre guatemalteca, el Relámpago Asesino, arremetió contra Álvarez, de 87.5 kilos, como toro en el ruedo al inicio del primer y único asalto.
Con Álvarez en la lona bastaron 53 segundos, 23 más que los previstos, para que “Big Boss” sometiera al mexicano, quien finalmente se rindió ante el asombro de los asistentes, a quienes no les dio tiempo siquiera de iniciar las porras de aliento; la pelea estelar y más esperada de la noche de la ya madrugada del domingo fue igualmente la más rápida e insípida, no hubo tiempo para la emoción.
César del Águila y Francisco Anaya, presidente y secretario de la CIAM, entregaron el cinturón de campeón intercontinental a Carlos Vargas, en medio, ya, de una gran ovación del público oaxaqueño, que finalmente se le entregó.
Antes, y en lo que fue la pelea más espectacular de la noche, Andrés Sanz, de El Salvador, enfrentó al potosino Ricardo Hernández; la pelea, a pesar del claro dominio del salvadoreño, fue un auténtico derroche de adrenalina.
Sanz demostró tener una enorme capacidad en las piernas, que le dieron, a la postre, la potestad de la pelea; giratorias y frontales fueron la mayor arma, con las que sometió al mexicano después de cinco rounds y por decisión unánime el triunfo fue para el centroamericano.
Otra de las peleas esperadas de la noche fue la del oaxaqueño Kevin Arreola ante el guatemalteco Anthony Cameros; aunque la pelea fue todavía en el rango amateur, el peleador local salió con las manos en alto y con un público satisfecho tras su actuación.
En los tres rounds Kevin demostró tener la capacidad para seguir camino al profesionalismo, luego de tener mayores eventos para terminar con el triunfo, además de tener el agrado de la afición.
Antes se llevaron a cabo 11 peleas más, en las que destacaron los oaxaqueños, siendo Guatemala, también, de los grandes triunfadores.
Luego de seis horas de combate, de las 20:00 horas del sábado, a las 2:00 horas de la madrugada del domingo, la Arena Oaxaca terminó con un público satisfecho, a pesar de que el recinto no tuvo el lleno que esperaron los organizadores.