“Yo vivo al día y si no vendo pues no sale para comer, por eso debo venir al mercado todos los días para tratar de vender, aunque sea un poco”, expresó doña Carmen Hernández.
Instalada en su puesto a la entrada del mercado de La Merced, lo mismo vende guajes, quintoniles, calabacitas, que guías, berros, cilantro, perejil.
Originaria de Tlalixtac de Cabrera, con 74 años de edad, de buen ánimo y mejor semblante, aseguró que en estos momentos no ganan mucho, pero deben salir a vender todos los días.
“Tenemos que venir a vender todos los días. Hay veces que no nos va bien, pero también hay días que ganamos 100 o 150 pesos, otros días 50 o 70 pesos y pues ahí vamos”, expresó.
En estos momentos de emergencia sanitaria por el coronavirus, aseguró que cuenta con su cubrebocas, “pero casi no lo uso porque siento que me ahogo. Pero mire, aquí está”.
Tras aceptar que actualmente la gente ha dejado de salir a comprar y esto ha repercutido en sus ventas, dijo que ella siempre ha estado acostumbrada a trabajar en el mercado.
“Tengo mis nietecitos que me ayudan y mi hijo que no me deja, él trabaja el campo pero ahí solo se gana algo cuando se cosecha, pues antes hay que sembrarlo y ya tenemos maicito y frijolito para comer”.
Admitió que son días muy difíciles para todos, pero más para quienes viven del trabajo cotidiano como ella, ya que no cuentan con días festivos ni descanso, pues la venta es diaria y sin ingresos no comen.
Dijo que su situación cambió ahora que el Gobierno Federal le concedió un apoyo para los de la Tercera Edad, “solo que hasta el momento no ha llegado”.
A pesar de que los actuales no son los mejores tiempos, confió que todo vuelva a la normalidad para que la gente salga a las calles y pueda haber ventas. “Nosotros no podemos quedarnos en nuestras casas porque salir a vender es nuestro trabajo y si no vendemos, no comemos”.