Al considerar que la pandemia por Covid-19, limitó la preparación de miles de niñas y niños de escasos recursos del estado de Oaxaca, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos confío en el regreso presencial de clases en este nuevo ciclo escolar que inicia este lunes en miles de escuelas de nivel básico.
Ojalá y nuestros niños y niñas de nuestro Oaxaca puedan ir a las instituciones educativas. Han sufrido bastante nuestros niños, a lo largo de todo este tiempo de la pandemia, se han quedado con muchas limitaciones en sus conocimientos, porque no es lo mismo estar en un aula que estar frente a una pantallita o frente a un celular y algunos han tenido que dejar la escuela porque no tienen una computadora ni celular, no tienen internet, no tienen cómo comunicarse y en nuestro Oaxaca son miles y miles que están en esa situación porque hay lugares de extrema pobreza, de miseria, pero a veces no la queremos ver, cerramos los ojos, no vemos a esos pobres, a esos humildes”.
Por ello, expuso que en este nuevo ciclo escolar que se inicia, “nuestros niños vayan con esa ilusión y esa esperanza de seguirse preparando porque el día de mañana van a ser quienes estén al frente de las instituciones, al frente de familias, y necesitamos que se preparen, que pongan unos buenos cimientos en su kinder, su primaria, su secundaria, su preparatoria, y su universidad”.
Al encabezar la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, también pidió a los maestros enseñar con amor, “que miren a sus alumnos con amor, sin distinciones, porque no hay que herir el corazón de un niño, que a lo mejor se siente despreciado porque viene de una familia pobre, o de un niño que le cuesta muchísimo aprender porque tiene una capacidad limitada”.
Dios conceda esa Gracia a todos los que tienen la vocación de ser maestros en las escuelas, de transmitir ciencias y que los padres de familia se sigan sacrificando por sus hijos para que le encuentren sentido al estudio de los hijos y las hijas porque a veces hacemos también diferencias y hacemos menos. Al hijo le damos todo y a la hija no le damos nada, porque decimos: “para que te cases y tengas muchachos, no necesitas estudios”, ande pues, ah, y el muchacho sí necesita estudio para que se case, mira qué casualidad, el hombre sí, la mujer no.
¿Pues qué entiende usted en un ser de padre y qué entiende usted en un ser de madre? Mientras más preparado estén el padre y la madre, será mucho mejor. Por eso, papá, mamá, la misma atención para el hijo, la misma atención para la hija. La misma oportunidad para uno y para otra, la misma, porque no hay que hacer diferencia, así nos lo enseña Dios y así lo quiere Dios”, destacó el Arzobispo.