En lo que va del año, la entidad tiene un registro de tres menores de edad que sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado, de las cuales, dos fallecieron y una se mantiene en estado grave de salud.
Los primeros casos de quemaduras fueron dos hermanas de Matías Romero del Istmo de Tehuantepec de 3 y 7 años de edad, que no sobrevivieron al daño en gran parte de su cuerpo, luego de que su casa fuera incendiada con ellas y su madre adentro.
Las dos niñas habían sido trasladadas en helicóptero hacia el Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO), donde fallecieron días después y no pudieron ser enviadas al Hospital infantil Shriners de Galveston en Texas, Estados Unidos, para una atención especializada.
A estos casos se sumó de manera reciente el de una adolescente de 16 años de edad, que también fue trasladada en helicóptero de Tuxtepec a la Ciudad de México, luego de sufrir quemaduras por un incendio en su hogar donde murió su abuela.
La menor fue trasladada al Centro Nacional de Investigación y Atención al Paciente Quemado en la capital del país, donde se busca estabilizarla y después trasladarla al Hospital de Estados Unidos con apoyo de la Fundación Michou & Mao.
Las quemaduras de segundo y tercer grado en menores de edad solo pueden ser atendidas para su estabilización en el estado, más no para recibir tratamiento especializado por falta de unidades, equipo y especialistas en la entidad.
En Oaxaca, en febrero de 2011 se inauguró el área de atención para niños quemados, pero con el paso del tiempo esta no pudo operar y se convirtió en una bodega, donde se desconoce a la fecha qué pasó con los equipos y el material que se había comprado.
En su momento, las autoridades de salud en turno afirmaban que esta área contaba con equipo de quirófano, luz ultravioleta y camas para el manejo de menores con quemaduras, entre otros aparatos.