Al encabezar la homilía dominical, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, hizo un llamado a las y los feligreses a rescatar la vida matrimonial para que las familias puedan realizarse como se establece en la palabra de Dios.
A la gran mayoría le dice Dios: te llamo a ser santo en la vida matrimonial, te llamo a ser santo en el matrimonio, quiero que seas un esposo santo, una esposa santa. Ahí quiero que te santifiques, que te realices como persona, como hombre o como mujer, en la vida, en la vocación al matrimonio. Por eso, usted sintió que Dios le llamaba a formar un hogar, conoció a una persona, comenzó a crecer en ustedes el amor y, en su momento, tomaron la decisión, movidos siempre por el amor, a compartir la vida y todo, todo, a compartir todo en el estado de vida matrimonial”.
En ese sentido, felicitó a quienes viven sanamente la vocación matrimonial “porque respondió a Dios, al llamado al matrimonio, pero quiero que viva esa santidad de esposo y esposa. Quiero que sigan creciendo y ayudándose el uno y el otro a la práctica de las virtudes, porque así se es santo, practicando las virtudes”.
Quiero que se ayuden el uno y el otro para que juntos puedan ir superando sus defectos, porque no son personas perfectas, están limitados, tienen defectos y se tienen que ayudar el uno y el otro para que cada día sean menos los defectos y vaya creciendo el ejercicio de la virtud y, en primer lugar, crezca el amor, porque el compromiso de ustedes es amar a Dios que les ha llamado al matrimonio amarlo y Dios le dice a usted, que es esposo, ámame en tu esposa, ahí dime que me amas, en tu esposa, porque yo te he llamado a la vida matrimonial y el matrimonio sólo se entiende en el amor”.
Desde la Catedral Metropolitana de Oaxaca, Vázquez Villalobos pidió a quienes ya viven en matrimonio para amar a esa persona a quienes eligieron. “Ama a esta mujer que tú elegiste, ámala así, como ella es, con todas sus miserias y debilidades, con todas sus virtudes”.
Ama a este hombre, tu esposo, al que elegiste para que te acompañara en la vida, ámalo, con todas sus deficiencias, con todas sus miserias y debilidades, con todo lo que él es, ámalo y ayúdalo a vivir la perfección cada día, a crecer en santidad de vida y los esposos tienen que caminar juntos y ayudarse para vivir esa santidad en el llamado que Dios les ha hecho de dejar a su padre y a su madre y unirse a su esposa, dejar su padre y su madre y unirse a su esposo y formar una nueva familia”, destacó el Arzobispo.