La carretera federal 190 a la altura del Monumento a Juárez y hasta la zona de tiendas comerciales, ha presentado problemas de hundimientos en su carril interior y acumulación de agua.
Derivado de las fuertes precipitaciones pluviales que han azotado los Valles Centrales, la zona de San Agustín Yatareni, San Sebastián Tutla y Tlalixtac de Cabrera ha resentido en sus vialidades la falta de mantenimiento.
Dos puntos son ampliamente visibles sobre la vía 190 en el sentido Monumento a Juárez-Volkswagen, ya que a unos metros de los semáforos de dicho sitio se acumula una importante cantidad de vital líquido.
Lo más llamativo es que hace unos meses, brigadas de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) efectuaron “trabajos” de alcantarillado para evitar inundaciones posteriores en la cinta asfáltica.
No obstante, ya en plena temporada de lluvias el problema no se solucionó, ya que dicha situación persiste, generando la reducción de carriles y con ello el embotellamiento en horas pico.
Asimismo, otro punto con hundimientos se registra pasando el puente de San Agustín Yatareni, en donde el asfalto recién colocado presenta averías sobre el carril de alta velocidad.
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Hace apenas unos días, trabajadores de la SICT atendían dicho tramo para volver a reparar el asfalto dañado, mismo que ha generado tráfico a escasos 300 metros de las tiendas comerciales.
También, usuarios han reportado daños en la red carretera federal, principalmente en la zona de la Sierra Sur, Istmo de Tehuantepec y Costa tramo de cuota Barranca Larga-Ventanilla, luego de la intensa temporada de precipitaciones pluviales.
Durante la semana, usuarios de dichas vías de comunicación federal, principalmente al Istmo se han quejado de constantes derrumbes pasando el Camarón Yautepec y hasta Juchitán.
De acuerdo con los conductores, no se observan las brigadas de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) que habitualmente daban mantenimiento a los tramos con derrumbes constantes.
Lanzaron el llamado nuevamente a la dependencia federal, debido a que las rocas sobre la superficie de rodamiento son un peligro constante para los vehículos que a diario transitan hacia la capital del estado.
Una más de las observaciones tiene que ver con la falta de señalamientos en las zonas más peligrosas, ya que en algunos sitios ya no existen las banderolas o las barras de protección no han sido reparadas.