Además de ser grandes acompañantes, los lomitos forman parte especial en los hogares y una de las mejores formas de corresponder ese cariño, es brindarles una vida plena desde que están pequeños hasta que entran en la etapa de la vejez.
Precisamente en su edad adulta es cuando los perritos requieren un cuidado y atenciones especiales.
Algunos especialistas consideran el tamaño y raza de los lomitos para evaluar su están entrando en la vejez.
Por ejemplo, los perros de razas pequeñas suelen entrar en la vejez entre los 10 y 12 años, mientras que los grandes pueden llamarse “mayores” a partir de los 6 o 7 años.
SEÑALES DE LA VEJEZ EN LOS LOMITOS
Además de la edad, los fieles acompañantes suelen manifestar su etapa adulta a través de distintas señales, entre ellas:
Aparición de canas, especialmente en el hocico y alrededor de los ojos.
Disminución de la energía y actividad.
Dificultad para moverse, levantarse o subir escaleras.
Cambios en el apetito o hábitos alimenticios.
Alteraciones en los patrones de sueño.
Cambios de comportamiento, como mayor ansiedad o desorientación.
Aumento en la frecuencia de problemas de salud.
Cada una de estas características varían de acuerdo a los cuidados y condiciones en que han vivido los lomitos y además de los consejos arriba señalados, es importante llevarlos de manera periódica con el veterinario y evaluar su estado de salud.
APAPACHALOS SI YA SON MAYORES
Si el perro es todo un adulto, se pueden tomar medidas para brindarle una mejor calidad de vida.
Dentro de los cuidados se recomienda ajustar su dieta a una formulada para perros mayores, rica en nutrientes y fácil de digerir.
Seguir un régimen de ejercicio regular, adaptado a su capacidad física.
Brindarle una cama cómoda y cálida para un descanso adecuado.
Propiciar un ambiente tranquilo y seguro para reducir el estrés y la ansiedad.
Compartir tiempo extra para mostrarle amor y atención, fortaleciendo vuestro vínculo.