Un grupo de padre de familia del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (Cbetis) Núm 26 manifestó su inconformidad por la imposición de una cuota “voluntaria” de mil 500 pesos para tramitar la reinscripción de los alumnos para el próximo ciclo escolar.
Mediante una misiva hecha llegar a redacción de EL IMPARCIAL y difundida vía redes sociales, familiares de alumnos que cursan la especialidad de preparación de alimentos y bebidas en ese plantel ubicado en San Felipe del Agua aseguraron que esa “aportación” nunca fue aprobada en una asamblea general, incluso argumentan que en todo el ciclo escolar que concluyó nunca fueron convocados a asamblea alguna.
Al considerar que la imposición de tal cuota “voluntaria” es un abuso y atropello, llamaron a una nueva asamblea para dirimir el problema, “para modificar o ratificar la cuota que se nos pretende cobrar, la cual ha sido estipulada de forma arbitraria”.
La Suprema Corte de Justicia, en una resolución de 2016 otorgó a padres de familia un amparo ante el intento de cobrar cuotas escolares. En el caso del IEEPO, en 2019 y en reiteradas ocasiones ha señalado a los padres de familia que la educación es gratuita y que las cuotas escolares son de carácter voluntario, por lo que su pago o falta del mismo, “bajo ninguna circunstancia deben impedir la prestación del servicio educativo”.
Desde 2015 la Secretaría de Educación Publica difundió un comunicado donde se indica que la Ley General de Educación establece que “se prohíbe el pago de cualquier contraprestación que impida o condicione la prestación del servicio educativo a los educandos”, además de violatoria a la Constitución.
De su lado, los padres de familia demandaron pronta solución a su demanda o, en caso contrario, “estaremos tomando medidas extraordinarias”.
Se multiplican casos
Integrantes de la escuela primaria Vidal Alcocer, Santa Ana del Valle, vecino del fraccionamiento Ciudad Yagul, informaron que en una asamblea se definió elevar de 700 pesos a dos mil pesos la “aportación de mantenimiento”, afectando exclusivamente a los niños que provenían de este fraccionamiento “por no estar dentro de la comunidad” de Santa Ana del Valle.
Profesores intentaron mediar con los padres de familia de esta comunidad subrayando los problemas legales y educativos a los que se enfrentarían si procedía el cobro de “cuota” pero se empeñaron imponer esa “aportación” a los estudiantes provenientes del fraccionamiento.
De acuerdo con testimonios, la mayoría de los padres inscribieron a sus hijos en otras escuelas y ello podría disminuir los apoyos de la Escuela es Nuestra y afectar la matrícula “afectando la educación de los niños”, indicaron.