Es común que cada que visitas una tienda departamental te ofrezcan una tarjeta para que compres productos a crédito y es casi un hecho que muchos acepten esa oferta.
Si tienes una tarjeta departamental o tarjeta de crédito no bancaria significa que tienes una línea de crédito autorizada para adquirir anticipadamente bienes y servicios en la misma cadena comercial o en los negocios afiliados a ella.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), con este tipo de tarjetas se pueden realizar compras en todas las sucursales de la tienda y aprovechar descuentos o promociones exclusivas.
Sin embargo, no todo es bueno, ya que estos créditos generan intereses que se convierten en una deuda impagable para quien los adquiere y enfrentan una serie de notificaciones por parte de despachos de cobranza o de las mismas tiendas departamentales, como Coppel, Liverpool, Elektra, Walmart y otras.
Y al no pagar la deuda irán aumentando los intereses que muchas veces llevan a preguntarse al deudor si podrían ir a la cárcel. De acuerdo con el artículo 17 de la Constitución “nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil”, lo cual ocurre en este supuesto.
Sin embargo, si llevas más de tres meses de retraso en el pago de la deuda quedarás en la lista negra del Buró de Crédito.