Las obligaciones fiscales de una persona no terminan cuando muere, ya que si algún familiar o tercero interesado no da de baja el Registro Federal del Contribuyente (RFC), por motivo de defunción, se podrían generar adeudos con el fisco.
Por su puesto, cuando un ser querido fallece en lo último que piensas es en los pendientes fiscales que dejó, sin embargo, es importante solicitar al SAT la cancelación del RFC, sin importar que haya sido una persona física inscrita en la modalidad de sueldos y salarios o en servicios profesionales.
El interesado en dar de baja el RFC, de su familiar o amigo que falleció, tendrá que agendar una cita con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y, una vez que te dieron fecha y hora, presentarse con la siguiente documentación.
- Formato oficial RX: este es un formulario de avisos de liquidación, fusión rescisión y cancelación del RFC, por ello, es necesario completarlo con los datos del contribuyente que murió y el familiar o tercero que se está encargando de hacer el trámite deberá de firmarlo para dar seguimiento con la baja.
- Acta de defunción
- Identificación de la persona que está realizando el trámite de cancelación de RFC
Sin embargo, si la persona que murió estaba dentro de un régimen de arrendamiento o de actividad empresarial, el heredero o albacea deberá de presentar ante el SAT un aviso de sucesión, además del formato oficial RX, el acta de defunción y un documento notarial que avale que es el heredero o apoderado legal.