Los huesos suelen ser representados como algo esencial en la dieta de los perros, pero, ¿realmente lo son? Muchas veces no conocemos la información correcta sobre esto, lo cual puede representar un peligro para nuestras mascotas.
Esta práctica tiene beneficios y riesgos para los caninos. Los huesos pueden ser una buena fuente de minerales, masticarlos ayuda a estimular la producción de enzimas y evita la acumulación de placa o alguna enfermedad en las encías.
Pero, sí le das a un perro un hueso siempre tienes que tener precaución y mantenerlo vigilado ya que esto puede causar alguna lesión.
Existe mucha información que puede resultar contradictoria, por lo que hoy te contamos lo que puedes o no hacer:
Permitido
- Huesos de res crudos
- Deben ser refrigerados
- Tíralo a la basura después de tres días
- Dales un hueso suficientemente grande para evitar ahogamientos
- Busca alternativas comerciales (orejas de cerdo, palitos de toro o huesos que no son comestibles)
Prohibido
- Huesos cocidos que se rompen o astillan
- Huesos de cerdo, pollo o costilla
- Huesos más pequeños que su boca, pues causan ahogamiento.
- Productos comerciales de cuero crudo pueden ser susceptibles a salmonella